jueves, 14 de febrero de 2019

Psicopatología de la Conciencia



PSICOPATOLOGÍA DE LA CONCIENCIA


  • Trastornos cuantitatBases anatomofisiologíivos de la conciencia
  • Trastornos cualitativos de la conciencia
  • Alteraciones del yo corporal
  • Alteraciones del yo psíquico (despersonalización, desrealización)
  • Alteración del yo personal Orientación


Autores:
  • Apolo Masache Denisse Carolina
  • Jara Pareja Ronald Emilio
  • Moya Ortega Madelen Melissa
  • Suarez Cevallos Nathaly Gabriela

RESUMEN

Este informe presenta un panorama general sobre la conciencia, sus alteraciones y trastornos desde lo cualitativo y cuantitativo, sus síntomas y los signos que nos permitirán reconocer patologías. Es importante señalar que la conciencia es la cualidad o el estado de conocimiento de objetos externos o de algo interno a uno mismo, es el sentido más básico de la experimentación de cualquier sensación, incluso en ausencia de significado o conceptualización sobre la relación entre el sujeto y las cosas. Por lo que su estudio es integral desde lo bio-psico-social.
 Este estudio se abordará desde enfoques teóricos psicológicos como el cognitivo el cual aborda la conciencia como el “darse cuenta” puesto en un nivel subpersonal, el conductual, por otro lado, consideró que los procesos mentales solo pueden ser estudiados desde el comportamiento observable, el psicoanálisis la establece en cambio como algo íntimamente relacionado a las percepciones sensoriales derivadas del entorno. Para los funcionalistas la consciencia está destinada a garantizar la supervivencia de los individuos y en la fenomenología, esta construye sus propias experiencias internas sobre el mundo externo.
En contraste, están las perspectivas biologicistas para las cuales la consciencia la entienden como el resultado de las habilidades cognitivas complejas, que esta depende de la actividad de una red neuronal y que exigen la presencia de un sujeto que la genere.
Se elabora un análisis de caso escrito justificando las alteraciones de la conciencia que se presentan y explicándolas desde los diferentes modelos, al igual que en un caso observable de la película “Fragmentado”.



INTRODUCCIÓN




Durante siglos, la religión, la filosofía y más tarde, la psicología, así como otras ciencias, han intentado abordar el “enigma de la consciencia”. Se dice que un alma inmaterial, distinta del cuerpo, dicta la conducta humana. La filosofía estuvo estrechamente ligada a la tradición religiosa, tal como lo ejemplifica la explicación de Descartes sobre la relación entre mente y cuerpo. La mente, como asiento de la razón, se equiparó con el alma, la cual caracterizaba a los humanos y los distinguía de los animales. Descartes en sus célebres párrafos del ‘’Discurso del método’’, publicado en 1637 utiliza como sinónimos ‘’pensamiento, ‘’yo’’ y ‘’alma’’, pero este ‘’alma’’ aparece ya como objeto para el conocimiento además de ser el agente del mismo. Puede decirse que en el fragmento ‘’pienso, luego existo’’, es la partida del nacimiento de la psicología de la consciencia. (Salgado García, 2003)

Aunque es difícil determinar en qué momento la conciencia se consolidó como tal, según Braunstein, alrededor del año 1900 apareció que la conciencia era como un recipiente de contenidos, en ella se reconocen funciones que pasan a ser los temas de la psicología (sensación, percepción, atención, memoria, pensamiento, emoción, voluntad, etc.)

William James, por su parte concibió el pensamiento como parte de la consciencia personal. Refirió al pensamiento como un proceso en constante cambio, sensiblemente continuo y orientado a objetos independientes.

Bunge y Ardila proponen que la consciencia tiene dos componentes: conceptual y empírico. El conceptual trata de la definición de la conciencia y sus procesos mentales asociados. El empírico se refiere a la generación de indicadores confiables de la consciencia.  Por lo general se traza una distinción entre el ‘’darse cuenta’’ y la consciencia, el ‘’darse cuenta’’ se relaciona con la consciencia psicológica, la cual incluye una explicación funcional, y consiste en ser capaz de dirigir la conducta sobre la base de la información interna o externa.

Fijar a la consciencia como objeto de la psicología es ofrecer una propuesta metodológica para alcanzar el conocimiento sobre ese objeto.  Generalmente re reconoce que esta ‘’consciencia’’ no se puede definir, aunque todos conocemos cual es esa actividad que está en permanente movimiento de nuestras sensaciones y pensamientos, y es utilizada para definir a todo lo demás real o imaginario, pero ella en sí escapa de toda definición. Y si buscamos en un diccionario él nos dirá que ‘’la consciencia es la propiedad de conocerse a sí mismo y a las cosas exteriores. Este objeto inasible es el que se dio a sí misma la psicología que hoy llamamos clásica y que no fue cuestionado entre 1637 y 1900. (Braunstein, 1975)

Para unas mejor compresiones estas contenidas se analizarán con el estudio de un caso psiquiátrico, una mujer de 75 años presenta algunas alteraciones de la conciencia, que conllevan a que desarrolle síntomas y signos patológicos, en el hospital mientras es atendida por su pierna fracturada. Así mismo se presentará otro caso, de la película “Fragmentado”, donde el protagonista, Kevin, un hombre con 23 personalidades, secuestra a 3 chicas jóvenes y las mantiene retenidas en un sótano.
 

MARCO TEÓRICO


PSICOPATOLOGIA DE LA CONCIENCIA


«Sentimos las cosas de manera diferente según estamos soñolientos o alerta, hambrientos o saciados, descansados o no. Las sentimos de modo diferente de noche o de día, en el invierno o en el verano y, sobre todas las cosas, las sentimos diferentes en la niñez, cuando adultos y en la vejez.»    William James

1.           Definiciones de la conciencia


Descartes (1596-1650), consideró la consciencia como “la propiedad esencial de la mente, pues todo pensamiento, para ser considerado como tal, tiene que ser pensamiento consciente”. Descartes, caracteriza las diferentes formas de pensamiento por una característica común, que es la consciencia, ya que considera que el pensamiento es todo lo que tiene lugar en nosotros cuando somos conscientes de ello y dicho pensamiento es lo que nos daría la prueba de nuestro existir.

Wundt entiende que existe una sola realidad que se puede mirar desde dos puntos de vista (uno físico y otro mental) (Mora, 2000). Con este autor empieza la psicología científica, teniendo como objeto de estudio la consciencia, y siendo uno de sus objetivos, el diseccionar los elementos que la componen con el fin de explicar cómo se relacionan unos con otros. (mayor, 2001).

John Locke (1632-1704) considera que la consciencia es indispensable para el funcionamiento de la mente, sobre todo la consciencia que uno tiene de sí mismo. Por lo tanto, la experiencia interna de la mente sería la base del propio conocimiento.

 Leibniz (1646-1716) la consciencia sería un reflejo de lo que ocurre en el cuerpo gracias a una armonía que ha sido preestablecida por Dios, pero sin necesidad de que se dé una interacción entre ambos procesos en ningún lugar.

William James (1892-1963) “la psicología es la descripción y explicación de los estados de conciencia como tales, entendiendo como estados de conciencia las sensaciones, deseos, emociones, conocimientos, razonamientos, voliciones, etc.”

R. Ornstein (1979) “nuestra consciencia personal no es un registro completo y pasivo del mundo externo, sino una construcción personal altamente selectiva encaminada primordialmente a la supervivencia biológica del individuo”

«Capacidad del hombre para situarse fuera de sí, para conocer que es tanto el sujeto como el objeto de la experiencia, para verse como la entidad que actúa en el mundo de los objetos» (May, 1968). (Iglesias, 2006)

1.1 Características de la conciencia: Niveles normales y patológicos de la conciencia


Según Fernando Sarráis (2016) en su libro los niveles de la conciencia dependen del grado de atención que se presenta a la vivencia que aparece en la conciencia. Los estados actúan en dependencia de la característica del objeto y de la conciencia de cada sujeto, se explican los diferentes niveles normales o fisiológicos de la conciencia clasificada de mayor a menor intensidad de atención: alerta, vigilancia, relajamiento, somnolencia y sueño.


·         El estado de alerta:

El estado de alerta implica una experiencia consciente de gran importancia para el sujeto, posee una buena aptitud cognoscitiva, por lo que es constituida el nivel mayor de la conciencia, implica un grado de atención optima y en consecuencia tensión mental alta, promoviendo agotamiento máximo de energía en el cerebro, por lo que es recomendable mantener este estado en una extensión de tiempo corta (dos horas), caso contrario la atención empieza a declinarse. 


·         El estado de vigilancia o vigilia:

El estado de vigilia utiliza gran parte del horario diurno, se presenta cuando la vivencia consciente es habitual, cotidiana y no implica gran interés por parte del sujeto, por ende, posee una intensidad intermedia de atención, y consecuentemente el desgaste de la energía en el cerebro es reducido en relación con el estado de alerta debido a la tensión mental media.



·         El estado de relajación:

El estado de relajación implica poca intensidad de atención, se presenta ante experiencias agradables, involucra una tensión muy reducida en área mental y en el área física, por lo tanto, utiliza escaza energía tanto cerebral como del cuerpo físico. Además, que en este estado de relajación reposa la tensión que fue provocada por el nivel de alerta y el nivel de vigilia.


·         El estado de somnolencia:

El estado de somnolencia implica un nivel de conciencia inferior al de todos los estados antes mencionados, la focalización de atención a la experiencia es muy escaza, no posee interés o importancia para el individuo, es un proceso de descanso previo al sueño, implica mínima energía cerebral y física.


·         El sueño:

Dormir implica en que la conciencia del sujeto se  haya desempeñado en cada uno de los estados normales de la conciencia, y se efectuará en relación al ritmo circadiano; 24 horas, sin embargo en muchos casos puede suceder que haya el desplazamiento de los niveles en un ritmo infradiano que corresponde a más de 24 horas, o un ritmo ultradiano equivalente a menos de 24 horas, no obstante, sin distinción de cada ritmo debe coexistir relación entre los estados o niveles de conciencia y medidas fisiológicas. El sueño se constituye un estado en donde la conciencia se encuentra ausente, es el proceso de descanso donde existirá la recuperación completa de energía utilizada en los primeros estados.

Se menciona los niveles patológicos que son aquellos donde la conciencia se pierde por algún factor interno o externo que produce una alteración en el funcionamiento normal del cerebro, se determina que existe el nivel de inconciencia y este varía según su profundidad, va en orden ascendente, desde el estado más bajo hasta el más alto.


·         Desvanecimiento: es un estado reversible, la inconsciencia es producida por una alteración fisiológica en el cerebro, los mareos son un claro ejemplo de este estado de conciencia.

·         Estado de coma: cuando se presenta una lesión grave en el cerebro , la persona cae en un estado de coma, donde mantiene sus funciones vegetativas , pero pierde la capacidad de relacionarse con el mundo, se distinguen varios niveles de coma , pudiendo ser reversible , irreversibles y mortal, los cuatro niveles de coma se presentan en grados: en el primero el sujeto presenta reacción  selectiva al dolor, en el segundo se da una reacción desordenada al dolor, en el tercer grado el sujeto no presenta respuesta defensiva al dolor, y en el último grado , no presenta reacción alguna al dolor. ( Sarráis Oteo, 2016)

1.2 Tipos de conciencia


(Sarráis, 2016) menciona en su obra tres tipos de conciencia: corporal, del yo personal, y del mundo y de la experiencia del tiempo y el espacio.

Conciencia corporal: es la manera en que conocemos nuestro, lo que nos genera satisfacción o no. Esta sensación acerca de la posición de nuestro cuerpo existe desde nuestros primeros días de vida.

Conciencia del yo personal: es la manera en que nos identificamos. Todo ser humano tiene una imagen de sí mismo que tiende a mantenerse estable a lo largo del tiempo a pesar de los cambios. esto hace posible diferenciarse de los demás, permite tomar decisiones autónomas, dirigir las acciones, elaborar proyectos personales, tener ideas propias, controlar los impulsos y construir una vida única.

Conciencia del mundo y de la experiencia del tiempo y el espacio: el sujeto conoce las cosas situadas en un tiempo y espacio. Los factores del entorno materia y espacial que influyen en la formación de la conciencia.

2.           Epistemología de la conciencia


El estudio de la consciencia ha sido abordado, como ya se ha señalado, desde múltiples perspectivas, que han tratado de explicarla y describirla. Con respecto a la consciencia, ha ido variando tanto su definición, según la perspectiva adoptada, y su método de estudio, en cómo se plantea la relación mente-cerebro. Además de que se ha ido estudiando desde diferentes disciplinas, dentro de la psicología y de la filosofía, sin una interacción constructiva entre las mismas.

Las principales perspectivas que estudian la consciencia en la actualidad son:

2.1 Monismo materialista


Se postula que sólo existe una forma de realidad, que sería la realidad material, que también existen los procesos mentales, pero estos son irrelevantes a efectos causales con respecto al mundo físico (Garnelo, 2004). Esto no diferencia lo mental y lo físico.

Podemos incluir dentro del monismo materialista a todas las perspectivas que tratan de explicar la consciencia desde la neurobiología. En ellas, se defiende que el estudio de la estructura y funcionamiento del cerebro aportará datos fundamentales que nos ayuden a comprender el fenómeno de la consciencia (Lopez, 2005)

Otra posición dentro del materialismo, sería la del epifenomenalismo que atribuiría interioridad tan sólo a las formas superiores de vida. En este caso, los procesos mentales se consideran causalmente irrelevantes (Garnelo, 2004)

2.2 Dualismo


Descartes es considerado el padre de este, por ser el primero en sistematizar las relaciones mente cerebro desde el punto de vista del dualismo. Para este autor, la consciencia es un factor que unifica los estados mentales en un único lugar mental, al que llama ego. Además, la consciencia sería, para él, la base de la certeza y de la racionalidad, por lo que él cree haber encontrado un principio epistemológico fundamental. Este defiende la existencia de dos o más realidades irreductibles entre sí y no subordinadas, que sirven para la explicación del mundo, es decir, se afirma la existencia de dos sustancias o formas de realidad. (Garnelo, 2004).

La mente se presenta como una sustancia no material, en contraposición al cuerpo. La crítica de este es que como una substancia inmaterial pueda ser la causante de eventos físicos. (Fodor, 1981)

2.3 Funcionalismo


Dentro del funcionalismo hay dos perspectivas principales. La primera sería la que surge como reacción ante el estructuralismo, dentro de la que el principal exponente es William James. La segunda perspectiva, estaría más bien relacionada con el tratar de analizar el funcionamiento de estudio de los procesos mentales y de su funcionamiento para adaptarse al ambiente. Los procesos mentales, desde esta perspectiva se concebirían como instrumentos para conseguir una mejor adaptación al ambiente (Novella, 2002)

Para los funcionalistas la consciencia está destinada a garantizar la supervivencia de los individuos, que ayuda a dar la respuesta más apropiada en cualquier situación. La consciencia estaría constituida por tres elementos: estímulos sensoriales (input), cambio de estados mentales (procesamiento) y conducta final (output). De ellos el más importante es la conducta final resultante (output) (mayor, 2001)

2.4 Fenomenología


Se basa en la filosofía europea, según Kant, el estudio de la mente no podía ser solo de las ciencias naturales, sino que debía fundamentarse en un método distinto porque él decía que nuestra mente construye sus propias experiencias internas sobre el mundo externo, por esto, la única manera de conocernos a nosotros mismos era a través de la introspección sobre nuestra naturaleza esencial (Churchland, 1894).

 Según Husserl, como el estudio reflexivo de la esencia de la consciencia en primera persona. Para él, la fenomenología es un mirar espiritual desde nuestro interior, por introspección, es intuitivo, en el que nos desprendemos de esquemas preconcebidos sobre las causas o consecuencias de lo que ocurre internamente; para poder ver así la consciencia tal como es. Es la ciencia descriptiva de la consciencia y de sus actos (wilber, 2007). Husserl busca el contacto directo con las cosas mismas antes de cualquier razonamiento.

2.5 Enfoque conductual


Baum (1994) estaba demasiado preocupado por la distinción entre lo objetivo y lo subjetivo, intentaron explicar la conducta en términos de lo estrictamente observable. La introspección fue rechazada como método de indagación psicológica. Los términos mentalistas fueron desterrados.

2.6 Enfoque cognitivo


Según teóricos, la ciencia cognitiva puede aportar algo a nuestro estudio de la conciencia y a través de ella, al conocimiento de la mente y al conocimiento de las propiedades mentales. Los teóricos tienen muy diversos orígenes acerca de la conciencia, distinguieron entre las propiedades de la conciencia que todos tomamos en el nivel cotidiano como este "darse cuenta" y el nivel que Dennett ha puesto en términos de nivel subpersonal. El nivel subpersonal presupone que los estados mentales están de alguna manera compuestos, que tienen elementos constitutivos y que es de algún tipo de interacción combinatoria entre estos diferentes elementos que surge la conciencia o la propiedad mental. (Villanueva, 1993)

2.7 Enfoque biológico


La consciencia es el conocimiento inmediato que tenemos de nosotros mismos, de nuestros actos y reflexiones, pero también la capacidad del hombre de verse, reconocerse y de juzgar sobre esa visión. Su naturaleza causó muchas preguntas desde que tenemos memoria y posee implicaciones existenciales, médicas y espirituales.

El doctor Stuart Hameroff, del Departamento de Anestesiología y Psicología, así como directivo del Centro de los Estudios de Conciencia de la Universidad de Arizona, llevan trabajando desde 1996 en una teoría cuántica de la conciencia, que establece que el alma está contenida en una estructura de microtúbulos en la célula cerebral. Ellos mencionan que "la idea nace de que el cerebro es una computadora biológica, con cien billones de neuronas cuyas conexiones sinápticas actúan como redes de información".

Sus conclusiones señalan que nuestras experiencias son el resultado de los efectos de la gravedad cuántica en los microtúbulos, un proceso al que llaman reducción objetiva orquestada (Orch-Or). La comunicación entre neuronas mediante la secreción de neurotransmisores se realiza a través de vesículas sinápticas distribuidas a lo largo de sus axones. El citoesqueleto de las neuronas juega un papel de suma importancia en la dinámica de estas vesículas. Hameroff y Penrose proponen que los microtúbulos, las unidades más pequeñas del citoesqueleto, actúan como canales para la transferencia de información cuántica responsable de la consciencia. (Peterle)
3.    Bases Anatomofisiológicas 

3.1 Conciencia desde la Neurobiología
La investigación sobre la conciencia desde una perspectiva neurobiológica es uno de los temas más controvertidos en el amplio dominio de las neurociencias. La conciencia a lo largo de los años ha sido entendida como la experiencia subjetiva y privada que surge de la actividad de neuronas múltiples y que incluye nuestras inclinaciones, recuerdos y lo imaginado. Evolutivamente, al entender la conciencia como el resultado de habilidades cognitivas complejas, es posible plantear que ella se encuentra distribuida en la filogenia incluso más allá de los mamíferos sociales. Se ha postulado que la conciencia depende de la actividad de una red neural por defecto. Aún más, la conciencia humana representaría una corriente narrativa cuya historia ha sido modulada por la interacción social.

En el nivel macro se investiga el modo como las diferentes áreas o regiones del cerebro producen la conciencia. Se extiende la idea de que buscar la información mental en las pautas de disparo de las neuronas individuales exige mejores conocimientos y técnicas más potentes. De ahí que para explicar cómo de él surge la conciencia el esquema dominante es el «espacio de trabajo [neuronal] global» y la versión más implantada es aquella en la que se concibe el cerebro como un sistema complejo que procesa información. Todos los modelos actuales que se sitúan en el nivel macro, ya sean matemáticos o lingüísticos, descuidan un aspecto esencial en el tema de la conciencia: el tipo de ser que es el sujeto que la posee. No se puede explicar la naturaleza de la conciencia a través de una teoría de la información formulada en bits sin tener en cuenta la persona que los crea y otorga significado. Las experiencias conscientes exigen la presencia de un sujeto que la genere y mientras no conozcamos su naturaleza no podremos avanzar en el conocimiento de la conciencia. (Álvarez Munárriz, 2014)


      Las acciones del conjunto de neuronas que se encuentran ubicadas en el sistema activador reticular ascendente (SARA); encargado de los ciclos circadianos de sueño/vigilia y ubicado en el tallo encefálico, es compensado y equilibrado con un sistema inhibidor activador (GABA) denominado acrónimo de gamma-aminobutírico ácido; que reduce de excitabilidad neuronal a lo largo del sistema nervioso, posteriormente  se proyectan los axones al resto del encéfalo permitiendo que el cerebro se encuentre vigilante y mantenga lucido, es decir cuando el cerebro tiene este estado, la conciencia cumple la función de que el sujeto sea consciente de la realidad objetiva y como esta puede repercutir en sí mismo.

    Cuando se hace esta referencia hacia el cerebro, conforma a la vigilancia como una condición de la conciencia de tener la facultad de responder a estímulos del exterior focalizando en ellos la atención, y de lucidez como una cualidad también de esta conciencia de orientar con intención la atención hacia el mundo objetivo y el sí mismo. Cuando el proceso cerebral entre el sistema activador (SARA) y el sistema inhibidor (GABA) se ve afectado por causas de ámbito orgánico o psicógenos produce alteraciones o trastornos de la conciencia.

La información sensorial es recibida por el sistema nervioso periférico y procesada por neuronas y sinapsis sensoriales de la médula espinal y del encéfalo. La sensación es la respuesta de los receptores sensoriales a estímulos específicos y su posterior procesamiento neurofisiológico. Las percepciones el resultado de la integración y el procesamiento de las sensaciones por los centros nerviosos superiores; estos procesos ocurren sobre la base de experiencias pasadas y producen un todo explicable y consciente. El procesamiento sensorial comienza con la transducción, que consiste en la conversión de la energía de un estímulo (presión, calor, moléculas, vibraciones o luz) en la energía eléctrica de un potencial nervioso. En todos los casos primero se origina un potencial generador. Si este potencial supera cierto umbral, se genera un potencial de acción que viaja por las vías sensoriales aferentes. Las diferentes modalidades entre los sentidos (tacto, visión u olfato) radican en la especificidad del receptor, la frecuencia de transmisión, las vías sensoriales y su análisis e interpretación en zonas especiales del sistema nervioso central. Una vez que pasa el filtro SARA, esta información sensorial debe pasar ahora a través del núcleo emocional del cerebro, el sistema límbico. Aquí encoframos a la “Amígdala”, que evalúa si lo previamente filtrado es a favor, en contra de la supervivencia, o neutro.






PSICOPATOLOGÍA DE LA CONCIENCIA.


CLASIFICACIÓN DE LAS ALTERACIONES Y TRASTORNOS


Uriarte en su obra de Funciones cerebrales (2013), nos menciona que, ‘’son alteraciones donde se ve principalmente afectada la función de alerta’’ y menciona diferentes trastornos:

4. Trastornos cuantitativos de la conciencia
Según Serráis, un estado confusional “es un estado agudo de obnubilación en el que se mezclan y confunden percepciones reales e imágenes alucinatorias y de la fantasía”.  Pero Uriarte nos expone que, para que un estado confusional sea visto como tal, deben verse abatidas las capacidades de percepción, integración y respuesta, lo que incluye la reflexión, el análisis, el juicio y la inhibición

Por lo general la alteración comienza muy superficial: el sujeto se percata de que algo no está bien, percibe que sus capacidades no están del todo allí, se siente como si su estado de alerta no fuera óptimo y pudiera cometer cualquier tontería por descuido.

La profundidad de los estados confusionales se divide en dos niveles: el primero y más superficial es la obnubilación de la conciencia, en tanto que el estupor involucra una alteración más profunda y con mayor afectación de las funciones mentales.

4.1 Obnubilación o enturbiamiento de la conciencia
Se trata de un estado de reducción aguda de la conciencia, del estado de alerta y de los procesos mentales, esta disociación entre ellos puede darse con una intensidad leve o moderada.

Serráis y Uriarte están de acuerdo con este concepto, ya que ambos mencionan los mismos tipos de conductas o características que son propias de este estado. La persona que se encuentra en este estado, se ve en una incapacidad para poder utilizar sus capacidades psíquicas, y esto se ve reflejado cuando se manifiestan dificultades como: se ve entorpecida su percepción y no puede mantener por mucho tiempo su atención de manera selectiva, por consecuencia tiene errores de juicio y de omisión.

La espontaneidad de su conducta disminuye, tiene lentitud de pensamiento, y dificultad para recordar ya que no logra concluir una idea.  También muestra cierto grado de somnolencia, tiene una mirada extraviada y sus movimientos pueden ser torpes, lentos e imprecisos.

4.2 Estupor o sopor

Podríamos definirlo como una disminución de la actividad de las funciones intelectuales, acompañada de cierto aire o aspecto de asombro o de indiferencia. Pero Sarráis hace mayor énfasis en que esta afectación es causada por un fuerte impacto emocional.  Y este estado puede darse en diferentes situaciones: depresión melancólica, esquizofrenia catatónica, algunas formas de epilepsia, psicosis agudas orgánicas, trastornos disociativos, y casos intensos de shock emocional.

Uriarte por su parte, define al estupor como una afectación del estado de conciencia más profunda que la obnubilación, de manera que el paciente tiene mayor somnolencia, sólo se le puede despertar cuando se le aplica un estímulo de regular a intensa magnitud; la articulación verbal está muy afectada, lenguaje farfullante, como un murmullo y casi no se le entiende. La forma de responder es más lenta, errática y torpe que bajo la obnubilación, existe mayor apatía y letargo; está mal orientado, la percepción es poco nítida, puede presentarse tendencias a la fuga o agresividad, tiene pocos movimientos espontáneos, casi no se levanta y camina, salvo en condiciones de crisis o amenaza; responde verbalmente muy poco y no hace preguntas por iniciativa propia.

4.3       Estados inconscientes
En estas condiciones no es posible la exploración psíquica, ya que las funciones mentales están abolidas; por lo tanto, la exploración es desde el punto de vista de la medicina interna y la neurología.

La profundidad de la pérdida de la conciencia para Sarráis, tiene relación con la intensidad de la causa que la provoca, y se puede medir por la respuesta del sujeto a ciertos estímulos que producen reflejos motores dependientes del tronco del encéfalo, que es la estructura cerebral que conecta los hemisferios cerebrales con la médula espinal.

(Bonilla, 2013), nos menciona principalmente tres estados inconscientes: El precoma, donde el individuo sólo responde con movimientos mínimos de protección para evitar un estímulo doloroso, pero nunca llega a despertar. El coma, en el cual el individuo no reacciona ni siquiera con estímulos dolorosos intensos, y el coma profundo que consiste el bloqueo de los reflejos de forma total.

5.  Trastornos cualitativos de la conciencia


Son trastornos donde se ve principalmente afectada la función de interioridad y de reflexividad.


5.1 Estado oniroide u oneirismo


Podemos recurrir a la obra de Sarráis donde define este trastorno como un estado de obnubilación al que se añaden alucinaciones (visuales, táctiles y raramente auditivas), y también delirio onírico, por la interpretación que el sujeto hace de esas alucinaciones. Es un estado parecido al del sueño, pero estando despierto. Aparece con frecuencia en los estados febriles.

Acerca de este estado, Uriarte nos comparte ciertas características como: alucinaciones intermitentes de predominio visual, pero pueden ser auditivas o cenestésicas. Tanto las ideas delirantes como las alucinaciones son experimentadas con mucha intensidad, por ello el sujeto tiene como conducta defenderse de las amenazas. Las alucinaciones a menudo son terroríficas, visiones espantosas, zoopsias, parajes destruidos y desolados, en cuyo caso el individuo puede echar a correr, huyendo sin la menor precaución, atropellando a quien esté a su paso, agrediéndose a sí mismo o a los demás. (Bonilla, 2013)


5.2 Delirium o estado delirante


Es un estado agudo de obnubilación en el que se mezclan y confunden percepciones reales e imágenes alucinatorias y de fantasía. La causa más frecuente es una afectación grave del funcionamiento cerebral que se llama también delirium. Suele ser reversible con tratamiento, pero tiene un elevado riesgo de mortalidad si no se trata pronto y bien.  El delirium es más frecuente en los extremos de la vida (niñez y ancianidad); las causas principales son cambios directos o indirectos que alteran el funcionamiento global del cerebro, como infecciones.

El paciente tiene grave dificultad para mantener fija la atención en los estímulos externos, el pensamiento está desorganizado y el lenguaje es incongruente; existe desorientación parcial o total en tiempo, lugar y situación. El sujeto pide ayuda, maldice y se queja según las percepciones que tenga en ese momento.



5.3 Psicosis confuso onírica


Es una psicosis que se manifiesta en un síndrome de confusión, es causado por factores fisiopatológicos como indigestiones o cansancio tanto a nivel mental o físico. La afección también puede darse por alucinógenos, estupefacientes, alcohol, ansiolíticos, antidepresivos, infecciones por envenenamiento, cuadros epilépticos y por desórdenes circulatorios.

Esta alteración se produce por la ingestión crónica y elevada de alcohol. Existe también una hipovitaminosis del complejo B, principalmente tiamina, presentándose poli neuropatía periférica que se manifiesta por ataxia cerebelosa, parálisis ocular, nistagmo, algias, paresias, parestesias y miopatía. (Bonilla, 2013)

(Sarráis, Psicopatologia, 2016), menciona que se pueden incluir: pensamientos desorganizados e incoherentes, agitación motora, trastorno sueño/vigilia, hiperactividad vegetativa


5.4 Estado crepuscular

Es relevante mencionar este estado para Sarráis, él nos dice que aquí la persona presta cierta atención a algunos aspectos de la realidad, pero no a otros. Para que se dé esto, argumenta que debe haber un estrechamiento del campo de la conciencia producido al enfocar con gran intensidad la atención en objetos aislados, o en un pequeño grupo de objetos, que producen una intensa reacción emocional (ira, pánico, pasión). Su comportamiento mientras dura el estado crepuscular es parecido al de un autómata o un sonámbulo. Se da también en ciertos trastornos disociativos, en especial en la fuga psicógena; y en las crisis epilépticas psicomotoras. Este trastorno ocurre en los arrebatos emocionales o pasionales de individuos con escaso control emocional. (Sarráis, Psicopatología, 2016).


6. Alteraciones de la conciencia

6.1 Alteraciones de yo corporal


El ser humano llega a conocer partes de su cuerpo y tener una imagen de sí mismo gracias a la conciencia corporal. Para Jaspers el cuerpo es un objeto y él es ese cuerpo mismo, se percibe de dos maneras, pero ambas están unidas. Las sensaciones del cuerpo construyen un objeto consiente, y las sensaciones de los sentimientos el estado corporal. (1997)

Según Sarráis (2016) la conciencia del propio cuerpo se desarrolla poco a poco desde el inicio de la vida, mediante un largo proceso. El sujeto es capaz de reconocer que parte de su cuerpo siente estímulos negativos o positivos y poder así actuar para evitar o promover esas sensaciones. El autor menciona que nivel de la conciencia corporal varia con las situaciones fisiológicas del cuerpo y también cuando nota sensaciones placenteras, que si se repiten con frecuencia son duraderas y negativas puede producir disminución en la intensidad de la conciencia y sensibilización de la misma.

Del mismo modo Uriarte (2013) considera que todos los procesos mentales, y en particular las emociones, afectan a casi todas las funciones de nuestro organismo; por ello existe una permanente interacción entre el cuerpo y la mente.  



6.1.2 Somatoagnosia o perdida de la conciencia corporal


Se refiere a la falta de conciencia de los déficits en funciones sensoriales, motoras y cambios cognitivos que se producen como una consecuencia directa de un daño cerebral adquirido.

Como lo menciona Sarrais (2016) este trastorno suele estar causado por lesiones del cerebro, tanto focales como difusas. Las lesiones focales se deben a las afecciones de las neuronas de un área pequeña del cerebro. Las lesiones difusas obedecen a una afección global del cerebro. Tumores y trastornos vasculares son las enfermedades que más frecuentemente producen lesiones focales y las demencias se acompañan de una pérdida del reconociendo o conciencia del propio cuerpo estas son las enfermedades en las que se da una lesión difusa.

Jaspers habla de algo parecido en sus perturbaciones biológicas considerando que las perturbaciones neurobiológicas trastornan la capacidad de orientación en el propio cuerpo, eliminando así la capacidad de reconocer el lugar de una excitación en la superficie del mismo, o la situación de un miembro. Los enfermos nos pueden encontrar la nariz, la boca, o los ojos con la mano. O bien es perturbada la orientación para la distinción de izquierda y derecha en el propio cuerpo. (1997)

6.1.3 Miembro fantasma


Se trata de un trastorno bastante común en las personas que sufren amputaciones y se debe a que todos nuestros órganos pues percibe sensaciones que proceden de él, tienen una proyección en la corteza cerebral pero esta se demora en reestructurar el nuevo esquema del cuerpo. Cuando la modificación corporal es grande y brusca se da un desfase temporal entre la realidad objetiva y la modificación de una imagen mental. Es una sensación persistente de que el miembro amputado aún existe. Como menciona Uriarte (2013), no se necesita un cuerpo para sentirlo, debido a que el cerebro genera la experiencia de nuestro cuerpo y de su integridad, no solo las sensaciones externas.

6.1.4 Vivencias anormales de la posición del cuerpo


El sujeto tiene conciencia de cambios corporales irreales. Se debe a un trastorno de la percepción del propio yo, que está causado por un trastorno grave de la afectividad o del pensamiento capaz de producir vivencias delirantes en las que el sujeto tiene la convicción de que algo es real cuando es definitivamente falso. El individuo percibe que su organismo crece, que se vuelve más fuerte torpe o pesado.

Relacionado con esto Jasper (1997) menciona en las alucinaciones de sentidos personales que se diferencian percepciones engañosas térmicas , hígricas y hepáticas, los enfermos se creen ligeros como plumas y creen hacer movimientos, cuando en realidad están inmóviles.

6.1.5 Vivencia de trasformación del cuerpo


La persona experimenta un sentimiento de extrañeza, irrealidad y experiencias displacenteras. No obstante, de cierta forma se preserva la capacidad de reconocer que algo extraño está ocurriendo. Esta es una vivencia de trasformación física con uno mismo se denomina despersonalización o perdida de la propia identidad, existen dos formas: una por la alteración de la conciencia de la propia corporalidad y la otra por la alteración de la conciencia de propia manera de ser psíquica, con el tiempo puede derivar hacia la adopción de una nueva personalidad. Es una conducta típica de los pacientes con esquizofrenia, que tenían conciencia de cambios corporales irreales. Estas vivencias desaparecen al terminar la fase aguda psicótica.

6.1.6 Vivencias corporales impuestas


El sujeto sufre una alteración de conciencia por la que no se percibe como protagonistas del movimiento del propio cuerpo, sino que alguien o algo lo obliga a realizar ciertos movimientos. Se da casi exclusivamente durante la fase aguda de una psicosis con delirios de influencia y paranoide, en especial en la esquizofrenia.

6.1.7 Autoscopia


Para Sararís esto es un fenómeno “raro e inexplicado”. (2016) que radica en la observación visual de sí mismo desde fuera, el cerebro sufre una disfunción. Se desconoce el mecanismo neurofisiológico que provoca este fenómeno perceptivo. Desde la perspectiva de Jaspers en su teoría esta alteración la denomina como vivencias corporales hechas, donde el individuo experimenta sensaciones en el organismo y sienten sus sensaciones particulares como dadas desde fuera, algo ajeno a su cuerpo. (1997)

6.1.8 Dismorfofobia


(Sarráis, Psicopatologia, 2016) nos dice que la dismorfofobia es la distorsión de la conciencia corporal que produce vergüenza y malestar con pares de su cuerpo que son objetivamente normales. Acarrea gran sufrimiento psíquico y retraimiento social.  Suele ser temporal y se relaciona con una situación afectiva negativa del sujeto, es frecuente en la adolescencia por lo general en esta etapa de la vida hay inseguridad e inferioridad. También puede ocurrir en una segunda fase aguda con la psicosis con delirio somático.

6.1.9 Síndrome de Cotard


Para (Sarráis, Psicopatologia, 2016) este trastorno consiste en la conciencia de que el cuerpo ha perdido la condición normal y está vacío, o que los órganos se deshacen, se da en depresiones graves en las que el paciente tiene una visión negativa de sí mismo que lleva a un delirio de culpa y por ello a pensar que la descomposición de su propio cuerpo, su muerte es un castigo merecido.

Pero (Jaspers, 1997) consiste en un evento clínico inusual, en el cual la principal característica es la presencia de un delirio nihilico. Cuando se configura totalmente el cuadro, conduce al paciente a la negación de su propia existencia y del mundo exterior.

6.2 Alteraciones del yo psíquico


 6.2.1Alteraciones de la consciencia de la existencia


Se trata de la interpretación delirante del intenso cambio interior que percibe dentro de sí el sujeto, y de sentirse tan distinto, que piensa que su ser interior ha desaparecido, y que es un ánima que vaga por el mundo. La explicación que este da a su existencia también es delirante, la atribuye a un castigo por ser culpable de sus malas acciones y que se trata de un castigo, causado generalmente en una persona que padece una depresión muy grave.

6.2.2 Alteraciones de la consciencia del yo como diferente de los otros y del mundo exterior


Los individuos con este trastorno pierden o presentan dudas sobre la diferencia entre su propio yo y el de los demás, hay 3 formas de trastornos de este tipo:

A) éxtasis: es un fenómeno en el que el sujeto tiene una intensísima conciencia de  “algo” que le lleva a dejar de ser consciente de sí mismo. El motivo es la intensa emoción positiva que produce ese ‘’algo’’ extasiante y que reclama toda la atención del sujeto extasiado. Se da con más frecuencia en sujetos con una gran sensibilidad estética o espiritual, que los lleva a extasiarse ante la belleza sublime de una obra de arte, de una composición musical, por ejemplo, o con la suprema bondad de dios.

B) transitivismo: es un fenómeno raro en el que el sujeto que lo padece atribuye a otras personas los síntomas de su propia enfermedad o sus estados de ánimo. Por esta razón, cuando está llorando puede decir a otra persona que tienen delante: «no llores». Es un fenómeno casi exclusivo de la fase aguda de una psicosis.

C) participación en la intimidad de los demás o de las cosas: es un fenómeno por el que el sujeto siente lo que sienten los demás seres, tanto animados como inanimados. Estos sujetos pueden sentirse piedra, pueden rugir como un león porque se sienten león, o pueden actuar como un policía porque se sienten policía. Es un fenómeno exclusivo de la fase aguda de una psicosis. Miguel de cervantes describe un caso similar en su novela titulada «el licenciado vidriera», en la que el personaje principal se siente de vidrio y tiene miedo a romperse.

6.2.3 Alteraciones de la consciencia de la identidad del yo




Se trata de una crisis de identidad personal que ocurre cuando la conciencia del yo actual es muy distinta a la conciencia del yo del pasado, de una alteración de una continuidad temporal de la consciencia del yo, suele ocurrir ante cambios importantes y bruscos del aspecto corporal o del mundo psíquico, por intensas experiencias transformadoras. Puede ser tenido por normal cuando es leve, pasajero y adaptativo a esos cambios personales.

Es una manera patológica de huir de una realidad personal generadora de angustia intensa, para vivir como otra persona en una realidad libre de angustia.

6.2.4 Alteraciones de la conciencia de la unidad del yo


En este trastorno el sujeto piensa que su yo está formado por varias personas o identidades. La explicación que da sobre su causa varía de unos sujetos a otros, pero siempre se debe a una enfermedad mental.  La conciencia de unidad del yo se mantiene en los sujetos sanos a pesar de los cambios corporales, mentales y de comportamiento que ocurren con el curso del tiempo y el cambio de lugar. No ocurre así en algunos sujetos que padecen una enfermedad mental, especialmente en los que padecen una psicosis, que pueden tener la experiencia de una escisión o desdoblamiento de la personalidad, o de estar poseídos por otra persona que coexiste con su yo. A diferencia de la doble personalidad del trastorno disociativo, estos enfermos tienen conciencia de ser uno y varios a la vez.

Algunos autores en este trastorno los casos de doble personalidad o personalidad alternante también se tratan de alteraciones en la identidad del yo en las que se cambia la personalidad y han de incluirse entre los muy variados y raros fenómenos que pueden presentar los sujetos con trastornos disociativos (antigua histeria de disociación) (Belloch, 2009). Es causado por situaciones que provocan angustia y para evitarla tienen esta sensación de desdoblamiento, con el paso del tiempo el sujeto calma la angustia y vuelve a su primera identidad. Pero si durante su segunda identidad el sujeto presenta una nueva angustia puede dar paso a una tercera identidad y esto al trastorno de identidad múltiple.

 6.2.5 Alteraciones de la consciencia de la actividad propia del yo


En este trastorno el sujeto no se siente protagonista de su propia actividad, interna y externa, sino que la atribuye a otras personas o entidades capaces de obligarle a actuar en contra de su voluntad. Se debe a ausencia de libertad interna por miedo causado por eventos traumáticos en la etapa de la infancia, que es donde se desarrolla la autonomía. Es frecuente que una persona diga: «Yo no estoy contento conmigo mismo», queriendo decir que no se ha comportado como hubiese idealmente deseado, sino movido por un impulso del momento. Hay personas que durante la infancia han crecido con un intenso y continuo miedo a sufrir consecuencias negativas de su actuación; eso los lleva a actuar habitualmente por miedo, lo que redunda, a la larga, en sentimientos de falta de libertad interior o de tener escasa libertad. El miedo es el principal enemigo de la libertad. Esa es una de las consecuencias del abuso infantil. (Sarráis, Psicopatologia, 2016) En estos casos se da un profundo distanciamiento, característico de este trastorno, entre el yo y el sí mismo.

6.2.6 Despersonalización


Estado psíquico experimentado por algunos enfermos mentales, por el cual se sienten extraños a sí mismos, a su cuerpo y al ambiente que los rodea. De acuerdo al Autor Fernando Sarrais, el sujeto piensa que su personalidad ha sufrido un cambio radical y se siente extraño consigo mismo, como si su vida no fuera originada en él. Siente que su funcionamiento es automático, sin voluntariedad es propia y sin consciencia de tener autonomía personal, además establece criterios de síntomas (Sarráis, Psicopatologia, 2016):

          Sentimiento de extrañeza de sí mismo.

          Impresión de estar alejado de sí mismo.

          Sensación de pensar o percibir como si fuera otra persona.

          Impresión de alejamiento entre el que actúa, habla y piensa.

          Sensación de que se puede salir del cuerpo y verse a sí mismo.

          Impresión de que las palabras y pensamientos vienen de fuera.

En el Manual de Psicopatología encontramos un cambio particular en la consciencia del sí mismo, en el cual el individuo siente como si fuera irreal (Belloch, 2009). Los casos o episodios de brusca y radical despersonalización tienen su origen en experiencias emocionales muy intensas. Los sujetos suelen afirmar entonces: «Yo ya no soy el de antes», puede darse de modo leve y pasajero en sujetos sanos. Los casos más graves de despersonalización se dan en las psicosis; por eso, en el lenguaje común, se ha definido la esquizofrenia, enfermedad psicótica por excelencia, como un trastorno de doble personalidad o de ruptura de la personalidad.

El autor Adolfo Jarne, añade que la realidad es percibida con un significado diferente al que tenían anteriormente y que puede aparecer en condiciones no patológicas, como en el momento de la vigilia y el sueño, cuando se ha hecho un esfuerzo importante o la persona está en un estado de fatiga, en caso de aislamiento sensorial, después de un periodo de insomnio, de acontecimientos estresantes, etc.

 6.2.7 Desrealización


Según (Sarráis, Psicopatologia, 2016) consiste en la conciencia de que la realidad presente ha dejado de ser real en parte o totalmente. Los sujetos describen su vivencia como si las cosas fuesen extrañas, distantes, lejanas, crisis, desdibujadas, sin vida. Consideran la realidad una película o como algo falso.

Una causa de esta alteración es la ausencia de resonancia afectiva de los estímulos ambientales, la realidad se hace más real cuanto más nos afecta; sino nos afecta, es menos real para nosotros, en esos casos suele decirse que el sujeto sufre una situación de shock emocional.

La desrealización suele darse en enfermedades como la esquizofrenia, trastornos obsesivo-compulsivos, depresión profunda y crisis de pánico, la angustia que produce cada una de estas enfermedades dificulta el funcionamiento normal de la afectividad e incapacita para sentir la realidad externa con normalidad. Se establece una relación entre la intensidad de la angustia y la desrealización.

La desrealización y la despersonalización pueden coexistir, pues cuando el sujeto sufre una alteración de su conciencia resulta afectada la capacidad normal de percibir toda la realidad tanto extrema como interna. La primera suele ser más frecuente y menos grave que la segunda.

6.3 Alteración del yo personal orientación


La conciencia del mundo real está enmarcada en el contexto del tiempo y espacio. El ser humano conoce las cosas situadas en un lugar y en un tiempo. Cuando una persona sufre una alteración de la conciencia de la realidad del mundo, del tiempo y espacio se dice que está desorientada, está es una alteración distinta a la de desrealización y despersonalización, pero se relaciona con estas y coexiste con ellas en varias enfermedades mentales.

Las alteraciones más graves son propias de la psicosis.


6.3.1 Alteración de la conciencia del mundo: desrealización


Consiste en la conciencia de que la realidad presente ha dejado de ser real en parte o totalmente. Los sujetos describen su vivencia como si las cosas fuesen extrañas, distantes, lejanas, crisis, desdibujadas, sin vida. Consideran la realidad una película o como algo falso.

Una causa de esta alteración es la ausencia de resonancia afectiva de los estímulos ambientales, la realidad se hace más real cuanto más nos afecta; sino nos afecta, es menos real para nosotros, en esos casos suele decirse que el sujeto sufre una situación de shock emocional.

La desrealización suele darse en enfermedades como la esquizofrenia, trastornos obsesivo-compulsivos, depresión profunda y crisis de pánico, la angustia que produce cada una de estas enfermedades dificulta el funcionamiento normal de la afectividad e incapacita para sentir la realidad externa con normalidad. Se establece una relación entre la intensidad de la angustia y la desrealización.

La desrealización y la despersonalización pueden coexistir, pues cuando el sujeto sufre una alteración de su conciencia resulta afectada la capacidad normal de percibir toda la realidad tanto extrema como interna. La primera suele ser más frecuente y menos grave que la segunda.


 6.3.2 Alteraciones relativas a la experiencia del espacio


La conciencia del espacio permite tener conocimiento de la realidad material, lugares seguros y de los peligrosos, y de qué dirección seguir para ponerse a salvo y de los lugares queridos.

La conciencia de cada individuo está arraigada a una geografía concreta que se inicia en la infancia.

Está conciencia tiene relación con el modo de moverse en el espacio y con el llamado espacio personal e interpersonal. La seguridad e inseguridad personal determina como es la relación con el espacio. Por eso suele hablarse de personas cercanas y distantes en la relación interpersonal. Cuando una persona sufre de modo constante desorientación espacial, suele deberse a una enfermedad grave del cerebro: una demencia, por ejemplo.

La causa más frecuente de distorsión de la conciencia del espacio tiene que ver con alteraciones de la afectividad.

6.3.3 Alteraciones relativas de la experiencia del tiempo


La conciencia del tiempo tiene dos vertientes: una objetiva, tiene que ver con la hora que marcan los relojes; y otra subjetiva, que tiene que ver con la conciencia personal el paso del tiempo.

La conciencia del tiempo puede alterarse cuando se está prestando atención intensa a algo que se percibe o se sueña, lo que produce una distracción prologada del devenir del tiempo. Cuando un sujeto siente afectos positivos suspende de cierto modo la manera el trascurrir del tiempo, porque se centra en afectos y actividad, ocurre todo lo contrario cuando el sujeto siente efectos negativos tiene conciencia de que el tiempo avanza lentamente.

El registro subjetivo del tiempo varía en alguna de las características del sujeto como edad personalidad y estado mental. En algunos individuos, la conciencia del tiempo presente es muy intensa y en cambio con difusos en el pasado y futuro.

El trastorno de estrés post traumático es una enfermedad mental que produce una alteración espacial de la conciencia del tiempo producido por un suceso que provocó un impacto negativo intenso, sujeto vulnerable al estrés. Otra alteración de esta conciencia es la ecnmesia se trata de regresión a la infancia, el sujeto vuelve a vivir como si fuera niño.

En general, los trastornos más raros y graves de la conciencia del tiempo se producen en la psicosis, tales como vivencias de suspensión, ensablamiento y derrumbamiento del tiempo, como si el tiempo fuese una cosa.  (Sarráis, Psicopatologia, 2016)





Caso película


 “Fragmentado”

Personaje principal: Kevin sufre de Trastorno de Identidad Disociativo (TID), más conocido como trastorno de personalidad múltiple. Debido a los maltratos que sufrió de pequeño por parte de su cuidadora., el joven convive con 23 personalidades diferentes y algunas no saben muchas veces lo que las otras hacen. Entre ellas están Hedwig, un travieso niño de 9 años; Barry, un aspirante a diseñador de modas; Dennis, un obsesivo-compulsivo; y Patricia, una mujer muy amable, pero con gran autoridad.

Personaje secundario:  Casey es un adolescente que desde niña sufrió abusos aterradores por parte de su tío. Primero sexual y luego físico, tras la muerte de su padre, muerte en la que probablemente su tío también tuvo haber provocado.






Resolución del caso #2


Nombre del documento: Sección 5 Casos Clínicos   

Ubicación: Biografía complementaria Office 365

Páginas: 138-139


Otro Delirium

La paciente es una mujer de 75 años. Es viuda y vive sola. Ingresó a un servicio de traumatología después de quebrarse una pierna.
 

Motivo de Consulta:

La paciente estaba tan confusa e inquieta que merodeaba por la sala de traumatología durante la noche, molestando a los otros pacientes. Se la derivó para una evaluación psiquiátrica debido a que presentaba obnubilación de conciencia y comportamiento hiperactivo. Dos días antes se había caído en el baño y fracturado el fémur. Se la internó y se le practicó una operación de osteosíntesis. Después de la operación comenzó su confusión. Su conciencia se obnubiló y redujo su capacidad de atención y notación. No recordaba qué le había sucedido o porqué estaba internada. Durante el día mostraba una leve agitación sin objetivo. No podía leer ni mirar televisión y no siempre reconocía a los parientes que la visitaban. Sacaba al personal del hospital a empujones cuando querían lavarla o cuidarla. Se la vio conversando con personas imaginarias y mirar fijamente a un punto en el techo. Se mostraba irritable y solía tener explosiones de enojo. Entre estas crisis, la paciente se calmaba y podía dormir durante media hora, pero de noche parecía no poder hacerlo y su agitación aumentaba. Cuando los otros pacientes se dormían, vagaba por la sala y los despertaba. Iba a las habitaciones de otros pacientes y trataba de meterse en sus camas. Varias veces intentó salir del hospital en camisón, pero fue detenida y traída nuevamente a su habitación. Antes de la operación, la paciente se había comportado normalmente y sus hijos no habían notado deterioro en su memoria o en su concentración.



Antecedentes:

La paciente había vivido sola durante 20 años después de la muerte de su esposo, quien había sido contador en una compañía de publicidad. Tenía dos hijas mayores de edad que vivían en el mismo distrito. Habitaba un departamento alquilado y había podido vivir sola sin ayuda hasta este episodio. Siempre había sido una mujer callada e introvertida, pero aparte de eso, no había habido nunca nada inusual con respecto a su persona. Aparte de una diabetes no insulino dependiente durante los últimos cinco años, había estado bien desde el punto de vista somático. Nunca había estado internada antes de este incidente. No había recibido ninguna medicación regularmente y no tomaba alcohol.

Datos actuales:

Durante el examen, la paciente se mostraba perpleja y no prestaba atención. Estaba totalmente desorientada y no cooperaba. Se encontraba sentada, musitando, y casi no percibía la presencia del examinador. No se la notaba deprimida ni ansiosa. Tampoco podía cooperar en ninguna prueba mental. El examen físico, que incluyó la evaluación neurológica, no detectó anormalidades, aunque fue incompleto por la falta de cooperación de la paciente. Las pruebas de laboratorio dieron una moderada desviación en los electrolitos del suero el primer día después de la operación, pero al momento de realizarle la evaluación psiquiátrica se habían normalizado. El hemograma y los parámetros hepáticos eran normales. El electrocardiograma mostró un infarto menor antiguo y su presión arterial era normal en límites inferiores.


Discusión:

La paciente presenta un caso típico de delirium (F05). Debido al estado confesional constante, no fue posible determinar si mostraba signos aparentes de demencia incipiente, pero de acuerdo a los informes de sus parientes, no era factible sospechar eso. El estado confusional comenzó luego de una operación con anestesia de la cual se despertó en un medio extraño. Puede haber sucedido que hayan contribuido a su estado, la alteración de los electrolitos del suero. No hay evidencia de otra etiología orgánica o de uso de drogas o alcohol. No es raro observar confusión mental en gente de edad, luego de una operación mayor con anestesia. La causa del delirium puede ser una combinación de reacciones hormonales a la cirugía con anestesia general, a la eliminación de los anestésicos y a una alteración en el medio interno. Por consiguiente, el delirium de la paciente muy probablemente sea un caso de F05.8 otro delirium, que incluye los casos de origen mixto.


CONCLUSIONES


En conclusión, es importante la conciencia para la adecuada interacción del ser humano al largo de su vida, ya que esta nos permite percibir la realidad que nos moldea como seres humanos, esto también dependerá de la percepción subjetiva de cada individuo, la parte afectiva, las situaciones traumáticas. Pero no solo la percepción y subjetividad individual será importante al momento de observar la anormalidad de la conducta cociente, sino que además existen alteraciones que se presentan en la conciencia por diversos motivos biológico. Los cuales pueden ser desencadenados por varios factores heredados o mal funcionamiento cerebral.

Por medio de este trabajo se ha podido definir lo que es la conciencia desde diferentes enfoques, hemos coincidido en que el estudio de la conciencia integra lo psicológico y biológico. Se pudo identificar los diferentes tipos de conciencia que existen y como las alteraciones de cada una de ellas puedes tener repercusiones en nuestro cuerpo, mente y desarrollo. De la misma manera esta conciencia influye del modo en que nos percibimos, física y mentalmente constituyendo así nuestra personalidad.


RECOMENDACIONES


Es importante que el estudio de la conciencia se realice desde diversos campos debido a que una alteración no solo se presenta en tan solo área como la psiquiatría sino también desde lo psicológico, y nosotros como profesionales debemos estar preparados para atender estas demandas. Por lo antes expuesto la conciencia como tal debe ser estudiada integrando las diferentes ciencias y modelos psicopatológicos, para poder ubicar cual será la mejor ciencia o el mejor modelo para abordarlo.



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