PSICOPATOLOGÍA DE LA CONCIENCIA
- Trastornos cuantitatBases anatomofisiologíivos de la conciencia
- Trastornos cualitativos de la conciencia
- Alteraciones del yo corporal
- Alteraciones del yo psíquico (despersonalización, desrealización)
- Alteración del yo personal Orientación
Autores:
- Apolo Masache Denisse Carolina
- Jara Pareja Ronald Emilio
- Moya Ortega Madelen Melissa
- Suarez Cevallos Nathaly Gabriela
RESUMEN
Este informe
presenta un panorama general sobre la conciencia, sus alteraciones y trastornos
desde lo cualitativo y cuantitativo, sus síntomas y los signos que nos permitirán reconocer patologías. Es
importante señalar que la conciencia es la cualidad o el estado de conocimiento
de objetos externos o de algo interno a uno mismo, es el sentido más básico de
la experimentación de cualquier sensación, incluso en ausencia de significado o
conceptualización sobre la relación entre el sujeto y las cosas. Por lo que su
estudio es integral desde lo bio-psico-social.
Este estudio se abordará desde enfoques
teóricos psicológicos como el cognitivo el cual aborda la conciencia como el
“darse cuenta” puesto en un nivel subpersonal, el conductual, por otro lado,
consideró que los procesos mentales solo pueden ser estudiados desde el
comportamiento observable, el psicoanálisis la establece en cambio como algo íntimamente
relacionado a las percepciones sensoriales derivadas del entorno. Para los
funcionalistas la consciencia está destinada a garantizar la supervivencia de
los individuos y en la fenomenología, esta construye sus propias experiencias
internas sobre el mundo externo.
En
contraste, están las perspectivas biologicistas para las cuales la consciencia la
entienden como el resultado de las habilidades cognitivas complejas, que esta
depende de la actividad de una red neuronal y que exigen la presencia de un
sujeto que la genere.
Se elabora
un análisis de caso escrito justificando las alteraciones de la conciencia que
se presentan y explicándolas desde los diferentes modelos, al igual que en un
caso observable de la película “Fragmentado”.
3.1 Conciencia desde la Neurobiología
4. Trastornos cuantitativos de la conciencia
4.1 Obnubilación o enturbiamiento de la conciencia
4.2 Estupor o sopor
4.3 Estados inconscientes
INTRODUCCIÓN
Durante
siglos, la religión, la filosofía y más tarde, la psicología, así como otras
ciencias, han intentado abordar el “enigma de la consciencia”. Se dice que un
alma inmaterial, distinta del cuerpo, dicta la conducta humana. La filosofía
estuvo estrechamente ligada a la tradición religiosa, tal como lo ejemplifica
la explicación de Descartes sobre la relación entre mente y cuerpo. La mente,
como asiento de la razón, se equiparó con el alma, la cual caracterizaba a los
humanos y los distinguía de los animales. Descartes en sus célebres párrafos
del ‘’Discurso del método’’, publicado en 1637 utiliza como sinónimos
‘’pensamiento, ‘’yo’’ y ‘’alma’’, pero este ‘’alma’’ aparece ya como objeto
para el conocimiento además de ser el agente del mismo. Puede decirse que en el
fragmento ‘’pienso, luego existo’’, es la partida del nacimiento de la
psicología de la consciencia. (Salgado García,
2003)
Aunque
es difícil determinar en qué momento la conciencia se consolidó como tal, según
Braunstein, alrededor del año 1900 apareció que la conciencia era como un
recipiente de contenidos, en ella se reconocen funciones que pasan a ser los
temas de la psicología (sensación, percepción, atención, memoria, pensamiento,
emoción, voluntad, etc.)
William
James, por su parte concibió el pensamiento como parte de la consciencia
personal. Refirió al pensamiento como un proceso en constante cambio,
sensiblemente continuo y orientado a objetos independientes.
Bunge
y Ardila proponen que la consciencia tiene dos componentes: conceptual y
empírico. El conceptual trata de la definición de la conciencia y sus procesos
mentales asociados. El empírico se refiere a la generación de indicadores
confiables de la consciencia. Por lo
general se traza una distinción entre el ‘’darse cuenta’’ y la consciencia, el
‘’darse cuenta’’ se relaciona con la consciencia psicológica, la cual incluye
una explicación funcional, y consiste en ser capaz de dirigir la conducta sobre
la base de la información interna o externa.
Fijar
a la consciencia como objeto de la psicología es ofrecer una propuesta
metodológica para alcanzar el conocimiento sobre ese objeto. Generalmente re reconoce que esta
‘’consciencia’’ no se puede definir, aunque todos conocemos cual es esa
actividad que está en permanente movimiento de nuestras sensaciones y
pensamientos, y es utilizada para definir a todo lo demás real o imaginario,
pero ella en sí escapa de toda definición. Y si buscamos en un diccionario él
nos dirá que ‘’la consciencia es la propiedad de conocerse a sí mismo y a las
cosas exteriores. Este objeto inasible es el que se dio a sí misma la
psicología que hoy llamamos clásica y que no fue cuestionado entre 1637 y 1900.
(Braunstein, 1975)
Para unas mejor compresiones estas
contenidas se analizarán con el estudio de un caso psiquiátrico, una mujer de
75 años presenta algunas alteraciones de la conciencia, que conllevan a que
desarrolle síntomas y signos patológicos, en el hospital mientras es atendida
por su pierna fracturada. Así mismo se presentará otro caso, de la película “Fragmentado”,
donde el protagonista, Kevin, un hombre con 23 personalidades, secuestra a 3
chicas jóvenes y las mantiene retenidas en un sótano.
MARCO TEÓRICO
PSICOPATOLOGIA DE LA CONCIENCIA
«Sentimos
las cosas de manera diferente según estamos soñolientos o alerta, hambrientos o
saciados, descansados o no. Las sentimos de modo diferente de noche o de día,
en el invierno o en el verano y, sobre todas las cosas, las sentimos diferentes
en la niñez, cuando adultos y en la vejez.» William James
1. Definiciones de la conciencia
Descartes
(1596-1650), consideró la consciencia como “la propiedad esencial de la mente,
pues todo pensamiento, para ser considerado como tal, tiene que ser pensamiento
consciente”. Descartes, caracteriza las diferentes formas de pensamiento por
una característica común, que es la consciencia, ya que considera que el
pensamiento es todo lo que tiene lugar en nosotros cuando somos conscientes de
ello y dicho pensamiento es lo que nos daría la prueba de nuestro existir.
Wundt
entiende que existe una sola realidad que se puede mirar desde dos puntos de
vista (uno físico y otro mental) (Mora, 2000). Con este autor empieza la psicología
científica, teniendo como objeto de estudio la consciencia, y siendo uno de sus
objetivos, el diseccionar los elementos que la componen con el fin de explicar
cómo se relacionan unos con otros. (mayor, 2001).
John
Locke (1632-1704) considera que la consciencia es indispensable para el
funcionamiento de la mente, sobre todo la consciencia que uno tiene de sí
mismo. Por lo tanto, la experiencia interna de la mente sería la base del
propio conocimiento.
Leibniz (1646-1716) la consciencia sería un
reflejo de lo que ocurre en el cuerpo gracias a una armonía que ha sido
preestablecida por Dios, pero sin necesidad de que se dé una interacción entre
ambos procesos en ningún lugar.
William
James (1892-1963) “la psicología es la descripción y explicación de los estados
de conciencia como tales, entendiendo como estados de conciencia las
sensaciones, deseos, emociones, conocimientos, razonamientos, voliciones, etc.”
R.
Ornstein (1979) “nuestra consciencia personal no es un registro completo y
pasivo del mundo externo, sino una construcción personal altamente selectiva encaminada
primordialmente a la supervivencia biológica del individuo”
«Capacidad
del hombre para situarse fuera de sí, para conocer que es tanto el sujeto como
el objeto de la experiencia, para verse como la entidad que actúa en el mundo
de los objetos» (May, 1968). (Iglesias, 2006)
1.1 Características de la conciencia: Niveles normales y patológicos de la conciencia
Según Fernando Sarráis (2016) en su libro los niveles de la
conciencia dependen del grado de atención que se presenta a la vivencia que
aparece en la conciencia. Los estados actúan en dependencia de la
característica del objeto y de la conciencia de cada sujeto, se explican los
diferentes niveles normales o fisiológicos de la conciencia clasificada de
mayor a menor intensidad de atención: alerta, vigilancia, relajamiento,
somnolencia y sueño.
·
El estado de
alerta:
El estado de alerta implica una experiencia consciente de gran
importancia para el sujeto, posee una buena aptitud cognoscitiva, por lo que es
constituida el nivel mayor de la conciencia, implica un grado de atención
optima y en consecuencia tensión mental alta, promoviendo agotamiento máximo de
energía en el cerebro, por lo que es recomendable mantener este estado en una
extensión de tiempo corta (dos horas), caso contrario la atención empieza a
declinarse.
·
El estado de
vigilancia o vigilia:
El estado de vigilia utiliza gran parte del horario diurno, se presenta
cuando la vivencia consciente es habitual, cotidiana y no implica gran interés
por parte del sujeto, por ende, posee una intensidad intermedia de atención, y
consecuentemente el desgaste de la energía en el cerebro es reducido en
relación con el estado de alerta debido a la tensión mental media.
·
El estado de
relajación:
El estado de relajación implica poca intensidad de atención, se presenta
ante experiencias agradables, involucra una tensión muy reducida en área mental
y en el área física, por lo tanto, utiliza escaza energía tanto cerebral como
del cuerpo físico. Además, que en este estado de relajación reposa la tensión
que fue provocada por el nivel de alerta y el nivel de vigilia.
·
El estado de
somnolencia:
El
estado de somnolencia implica un nivel de conciencia inferior al de todos los
estados antes mencionados, la focalización de atención a la experiencia es muy
escaza, no posee interés o importancia para el individuo, es un proceso de
descanso previo al sueño, implica mínima energía cerebral y física.
·
El sueño:
Dormir implica en que la conciencia del
sujeto se haya desempeñado en cada uno
de los estados normales de la conciencia, y se efectuará en relación al ritmo
circadiano; 24 horas, sin embargo en muchos casos puede suceder que haya el
desplazamiento de los niveles en un ritmo infradiano que corresponde a más de
24 horas, o un ritmo ultradiano equivalente a menos de 24 horas, no obstante,
sin distinción de cada ritmo debe coexistir relación entre los estados o
niveles de conciencia y medidas fisiológicas. El sueño se constituye un estado
en donde la conciencia se encuentra ausente, es el proceso de descanso donde
existirá la recuperación completa de energía utilizada en los primeros estados.
Se menciona los niveles patológicos que son
aquellos donde la conciencia se pierde por algún factor interno o externo que
produce una alteración en el funcionamiento normal del cerebro, se determina
que existe el nivel de inconciencia y este varía según su profundidad, va en
orden ascendente, desde el estado más bajo hasta el más alto.
·
Desvanecimiento:
es un estado reversible, la inconsciencia es producida por una alteración
fisiológica en el cerebro, los mareos son un claro ejemplo de este estado de
conciencia.
·
Estado de
coma: cuando se presenta una lesión grave en el cerebro , la persona cae en un
estado de coma, donde mantiene sus funciones vegetativas , pero pierde la
capacidad de relacionarse con el mundo, se distinguen varios niveles de coma ,
pudiendo ser reversible , irreversibles y mortal, los cuatro niveles de coma se
presentan en grados: en el primero el sujeto presenta reacción selectiva al dolor, en el segundo se da una
reacción desordenada al dolor, en el tercer grado el sujeto no presenta
respuesta defensiva al dolor, y en el último grado , no presenta reacción
alguna al dolor. ( Sarráis Oteo, 2016)
1.2 Tipos de conciencia
(Sarráis,
2016) menciona en su obra tres tipos de conciencia: corporal, del yo personal,
y del mundo y de la experiencia del tiempo y el espacio.
Conciencia
corporal: es la manera en que conocemos nuestro, lo que nos genera satisfacción
o no. Esta sensación acerca de la posición de nuestro cuerpo existe desde
nuestros primeros días de vida.
Conciencia
del yo personal: es la manera en que nos identificamos. Todo ser humano tiene
una imagen de sí mismo que tiende a mantenerse estable a lo largo del tiempo a
pesar de los cambios. esto hace posible diferenciarse de los demás, permite
tomar decisiones autónomas, dirigir las acciones, elaborar proyectos
personales, tener ideas propias, controlar los impulsos y construir una vida
única.
Conciencia
del mundo y de la experiencia del tiempo y el espacio: el sujeto conoce las
cosas situadas en un tiempo y espacio. Los factores del entorno materia y
espacial que influyen en la formación de la conciencia.
2. Epistemología de la conciencia
El estudio de la consciencia ha sido
abordado, como ya se ha señalado, desde múltiples perspectivas, que han tratado
de explicarla y describirla. Con respecto a la consciencia, ha ido variando
tanto su definición, según la perspectiva adoptada, y su método de estudio, en
cómo se plantea la relación mente-cerebro. Además de que se ha ido estudiando
desde diferentes disciplinas, dentro de la psicología y de la filosofía, sin
una interacción constructiva entre las mismas.
Las
principales perspectivas que estudian la consciencia en la actualidad son:
2.1 Monismo materialista
Se
postula que sólo existe una forma de realidad, que sería la realidad material,
que también existen los procesos mentales, pero estos son irrelevantes a
efectos causales con respecto al mundo físico (Garnelo,
2004).
Esto no diferencia lo mental y lo físico.
Podemos
incluir dentro del monismo materialista a todas las perspectivas que tratan de
explicar la consciencia desde la neurobiología. En ellas, se defiende que el
estudio de la estructura y funcionamiento del cerebro aportará datos
fundamentales que nos ayuden a comprender el fenómeno de la consciencia (Lopez, 2005)
Otra
posición dentro del materialismo, sería la del epifenomenalismo que atribuiría
interioridad tan sólo a las formas superiores de vida. En este caso, los
procesos mentales se consideran causalmente irrelevantes (Garnelo, 2004)
2.2 Dualismo
Descartes
es considerado el padre de este, por ser el primero en sistematizar las
relaciones mente cerebro desde el punto de vista del dualismo. Para este autor,
la consciencia es un factor que unifica los estados mentales en un único lugar
mental, al que llama ego. Además, la consciencia sería, para él, la base de la
certeza y de la racionalidad, por lo que él cree haber encontrado un principio
epistemológico fundamental. Este defiende la existencia de dos o más realidades
irreductibles entre sí y no subordinadas, que sirven para la explicación del
mundo, es decir, se afirma la existencia de dos sustancias o formas de
realidad. (Garnelo, 2004).
La
mente se presenta como una sustancia no material, en contraposición al cuerpo. La
crítica de este es que como una substancia inmaterial pueda ser la causante de
eventos físicos. (Fodor, 1981)
2.3 Funcionalismo
Dentro
del funcionalismo hay dos perspectivas principales. La primera sería la que
surge como reacción ante el estructuralismo, dentro de la que el principal
exponente es William James. La segunda perspectiva, estaría más bien
relacionada con el tratar de analizar el funcionamiento de estudio de los
procesos mentales y de su funcionamiento para adaptarse al ambiente. Los
procesos mentales, desde esta perspectiva se concebirían como instrumentos para
conseguir una mejor adaptación al ambiente (Novella,
2002)
Para
los funcionalistas la consciencia está destinada a garantizar la supervivencia
de los individuos, que ayuda a dar la respuesta más apropiada en cualquier
situación. La consciencia estaría constituida por tres elementos: estímulos
sensoriales (input), cambio de estados mentales (procesamiento) y conducta
final (output). De ellos el más importante es la conducta final resultante
(output) (mayor, 2001)
2.4 Fenomenología
Se
basa en la filosofía europea, según Kant, el estudio de la mente no podía ser
solo de las ciencias naturales, sino que debía fundamentarse en un método
distinto porque él decía que nuestra mente construye sus propias experiencias
internas sobre el mundo externo, por esto, la única manera de conocernos a
nosotros mismos era a través de la introspección sobre nuestra naturaleza
esencial (Churchland,
1894).
Según Husserl, como el estudio reflexivo de la
esencia de la consciencia en primera persona. Para él, la fenomenología es un
mirar espiritual desde nuestro interior, por introspección, es intuitivo, en el
que nos desprendemos de esquemas preconcebidos sobre las causas o consecuencias
de lo que ocurre internamente; para poder ver así la consciencia tal como es.
Es la ciencia descriptiva de la consciencia y de sus actos (wilber, 2007). Husserl busca el contacto
directo con las cosas mismas antes de cualquier razonamiento.
2.5 Enfoque conductual
Baum
(1994) estaba demasiado preocupado por la distinción entre lo objetivo y lo
subjetivo, intentaron explicar la conducta en términos de lo estrictamente
observable. La introspección fue rechazada como método de indagación
psicológica. Los términos mentalistas fueron desterrados.
2.6 Enfoque cognitivo
Según
teóricos, la ciencia cognitiva puede aportar algo a nuestro estudio de la
conciencia y a través de ella, al conocimiento de la mente y al conocimiento de
las propiedades mentales. Los teóricos tienen muy diversos orígenes acerca de
la conciencia, distinguieron entre las propiedades de la conciencia que todos
tomamos en el nivel cotidiano como este "darse cuenta" y el nivel que
Dennett ha puesto en términos de nivel subpersonal. El nivel subpersonal
presupone que los estados mentales están de alguna manera compuestos, que
tienen elementos constitutivos y que es de algún tipo de interacción
combinatoria entre estos diferentes elementos que surge la conciencia o la propiedad
mental. (Villanueva,
1993)
2.7 Enfoque biológico
La consciencia es el
conocimiento inmediato que tenemos de nosotros mismos, de nuestros actos y
reflexiones, pero también la capacidad del hombre de verse, reconocerse y de
juzgar sobre esa visión. Su naturaleza causó muchas preguntas desde que tenemos
memoria y posee implicaciones existenciales, médicas y espirituales.
El doctor Stuart Hameroff, del
Departamento de Anestesiología y Psicología, así como directivo del Centro de
los Estudios de Conciencia de la Universidad de Arizona, llevan trabajando
desde 1996 en una teoría cuántica de la conciencia, que establece que el alma
está contenida en una estructura de microtúbulos en la célula cerebral. Ellos
mencionan que "la idea nace de que el cerebro es una computadora
biológica, con cien billones de neuronas cuyas conexiones sinápticas actúan
como redes de información".
Sus conclusiones señalan que
nuestras experiencias son el resultado de los efectos de la gravedad cuántica
en los microtúbulos, un proceso al que llaman reducción objetiva orquestada
(Orch-Or). La comunicación entre neuronas mediante la secreción de
neurotransmisores se realiza a través de vesículas sinápticas distribuidas a lo
largo de sus axones. El citoesqueleto de las neuronas juega un papel de suma
importancia en la dinámica de estas vesículas. Hameroff y Penrose proponen que
los microtúbulos, las unidades más pequeñas del citoesqueleto, actúan como
canales para la transferencia de información cuántica responsable de la
consciencia. (Peterle)
3.
Bases Anatomofisiológicas 3.1 Conciencia desde la Neurobiología
La investigación sobre la conciencia desde una
perspectiva neurobiológica es uno de los temas más controvertidos en el amplio
dominio de las neurociencias. La conciencia a lo largo de los años ha sido
entendida como la experiencia subjetiva y privada que surge de la actividad de
neuronas múltiples y que incluye nuestras inclinaciones, recuerdos y lo
imaginado. Evolutivamente, al entender la conciencia como el resultado de
habilidades cognitivas complejas, es posible plantear que ella se encuentra
distribuida en la filogenia incluso más allá de los mamíferos sociales. Se ha
postulado que la conciencia depende de la actividad de una red neural por
defecto. Aún más, la conciencia humana representaría una corriente narrativa
cuya historia ha sido modulada por la interacción social.
En el nivel macro se investiga el modo como las
diferentes áreas o regiones del cerebro producen la conciencia. Se extiende la
idea de que buscar la información mental en las pautas de disparo de las
neuronas individuales exige mejores conocimientos y técnicas más potentes. De
ahí que para explicar cómo de él surge la conciencia el esquema dominante es el
«espacio de trabajo [neuronal] global» y la versión más implantada es aquella
en la que se concibe el cerebro como un sistema complejo que procesa información.
Todos los modelos actuales que se sitúan en el nivel macro, ya sean matemáticos
o lingüísticos, descuidan un aspecto esencial en el tema de la conciencia: el
tipo de ser que es el sujeto que la posee. No se puede explicar la naturaleza
de la conciencia a través de una teoría de la información formulada en bits sin
tener en cuenta la persona que los crea y otorga significado. Las experiencias
conscientes exigen la presencia de un sujeto que la genere y mientras no
conozcamos su naturaleza no podremos avanzar en el conocimiento de la
conciencia. (Álvarez
Munárriz, 2014)
Las acciones del conjunto de neuronas que se encuentran ubicadas en el
sistema activador reticular ascendente (SARA); encargado de los ciclos
circadianos de sueño/vigilia y ubicado en el tallo encefálico, es compensado y
equilibrado con un sistema inhibidor activador (GABA) denominado acrónimo de
gamma-aminobutírico ácido; que reduce de excitabilidad neuronal a lo largo del
sistema nervioso, posteriormente se
proyectan los axones al resto del encéfalo permitiendo que el cerebro se
encuentre vigilante y mantenga lucido, es decir cuando el cerebro tiene este
estado, la conciencia cumple la función de que el sujeto sea consciente de la
realidad objetiva y como esta puede repercutir en sí mismo.
Cuando se hace esta referencia hacia el cerebro, conforma a la
vigilancia como una condición de la conciencia de tener la facultad de
responder a estímulos del exterior focalizando en ellos la atención, y de lucidez
como una cualidad también de esta conciencia de orientar con intención la
atención hacia el mundo objetivo y el sí mismo. Cuando el proceso cerebral
entre el sistema activador (SARA) y el sistema inhibidor (GABA) se ve afectado
por causas de ámbito orgánico o psicógenos produce alteraciones o trastornos de
la conciencia.
La
información sensorial es recibida por el sistema nervioso
periférico y procesada por neuronas y sinapsis sensoriales
de la médula espinal y del encéfalo.
La sensación es la respuesta de los
receptores sensoriales a estímulos específicos y su posterior procesamiento
neurofisiológico. Las percepciones el resultado de la integración y el
procesamiento de las sensaciones por los centros nerviosos superiores; estos
procesos ocurren sobre la base de experiencias pasadas y producen un todo
explicable y consciente. El procesamiento sensorial comienza con la transducción,
que consiste en la conversión de la energía de un estímulo (presión,
calor, moléculas, vibraciones o luz) en la energía eléctrica de un potencial
nervioso. En todos los casos primero se origina un potencial generador. Si
este potencial supera cierto umbral, se genera un potencial de acción que
viaja por las vías sensoriales aferentes. Las diferentes modalidades entre
los sentidos (tacto, visión u olfato) radican en la especificidad del receptor, la
frecuencia de transmisión, las vías sensoriales y su análisis e interpretación
en zonas especiales del sistema nervioso
central. Una vez que pasa el filtro SARA, esta
información sensorial debe pasar ahora a través del núcleo emocional del
cerebro, el sistema límbico. Aquí encoframos a la “Amígdala”, que evalúa si lo
previamente filtrado es a favor, en contra de la supervivencia, o neutro.
PSICOPATOLOGÍA DE LA CONCIENCIA.
CLASIFICACIÓN DE LAS ALTERACIONES Y TRASTORNOS
Uriarte
en su obra de Funciones cerebrales (2013),
nos menciona que, ‘’son alteraciones donde se ve principalmente afectada la
función de alerta’’ y menciona diferentes trastornos:
Según
Serráis, un estado confusional “es un estado agudo de obnubilación en el que se
mezclan y confunden percepciones reales e imágenes alucinatorias y de la
fantasía”. Pero Uriarte nos expone que,
para que un estado confusional sea visto como tal, deben verse abatidas las
capacidades de percepción, integración y respuesta, lo que incluye la
reflexión, el análisis, el juicio y la inhibición
Por
lo general la alteración comienza muy superficial: el sujeto se percata de que
algo no está bien, percibe que sus capacidades no están del todo allí, se
siente como si su estado de alerta no fuera óptimo y pudiera cometer cualquier
tontería por descuido.
La
profundidad de los estados confusionales se divide en dos niveles: el primero y
más superficial es la obnubilación de la conciencia, en tanto que el estupor
involucra una alteración más profunda y con mayor afectación de las funciones
mentales.
Se
trata de un estado de reducción aguda de la conciencia, del estado de alerta y
de los procesos mentales, esta disociación entre ellos puede darse con una
intensidad leve o moderada.
Serráis
y Uriarte están de acuerdo con este concepto, ya que ambos mencionan los mismos
tipos de conductas o características que son propias de este estado. La persona
que se encuentra en este estado, se ve en una incapacidad para poder utilizar
sus capacidades psíquicas, y esto se ve reflejado cuando se manifiestan
dificultades como: se ve entorpecida su percepción y no puede mantener por
mucho tiempo su atención de manera selectiva, por consecuencia tiene errores de
juicio y de omisión.
La
espontaneidad de su conducta disminuye, tiene lentitud de pensamiento, y
dificultad para recordar ya que no logra concluir una idea. También muestra cierto grado de somnolencia,
tiene una mirada extraviada y sus movimientos pueden ser torpes, lentos e
imprecisos.
4.2 Estupor o sopor
Podríamos
definirlo como una disminución de la actividad de las funciones intelectuales,
acompañada de cierto aire o aspecto de asombro o de indiferencia. Pero Sarráis
hace mayor énfasis en que esta afectación es causada por un fuerte impacto
emocional. Y este estado puede darse en
diferentes situaciones: depresión melancólica, esquizofrenia catatónica,
algunas formas de epilepsia, psicosis agudas orgánicas, trastornos
disociativos, y casos intensos de shock emocional.
Uriarte
por su parte, define al estupor como una afectación del estado de conciencia
más profunda que la obnubilación, de manera que el paciente tiene mayor
somnolencia, sólo se le puede despertar cuando se le aplica un estímulo de
regular a intensa magnitud; la articulación verbal está muy afectada, lenguaje
farfullante, como un murmullo y casi no se le entiende. La forma de responder
es más lenta, errática y torpe que bajo la obnubilación, existe mayor apatía y
letargo; está mal orientado, la percepción es poco nítida, puede presentarse
tendencias a la fuga o agresividad, tiene pocos movimientos espontáneos, casi no
se levanta y camina, salvo en condiciones de crisis o amenaza; responde
verbalmente muy poco y no hace preguntas por iniciativa propia.
4.3 Estados inconscientes
En estas condiciones no es posible la
exploración psíquica, ya que las funciones mentales están abolidas; por lo
tanto, la exploración es desde el punto de vista de la medicina interna y la
neurología.
La profundidad de la pérdida de la conciencia
para Sarráis, tiene relación con la intensidad de la causa que la provoca, y se
puede medir por la respuesta del sujeto a ciertos estímulos que producen
reflejos motores dependientes del tronco del encéfalo, que es la estructura
cerebral que conecta los hemisferios cerebrales con la médula espinal.
(Bonilla, 2013), nos menciona principalmente
tres estados inconscientes: El precoma, donde el individuo sólo responde con
movimientos mínimos de protección para evitar un estímulo doloroso, pero nunca
llega a despertar. El coma, en el cual el individuo no reacciona ni siquiera
con estímulos dolorosos intensos, y el coma profundo que consiste el bloqueo de
los reflejos de forma total.
5. Trastornos cualitativos de la conciencia
5.1 Estado oniroide u oneirismo
Podemos
recurrir a la obra de Sarráis donde define este trastorno como un estado de
obnubilación al que se añaden alucinaciones (visuales, táctiles y raramente
auditivas), y también delirio onírico, por la interpretación que el sujeto hace
de esas alucinaciones. Es un estado parecido al del sueño, pero estando
despierto. Aparece con frecuencia en los estados febriles.
Acerca
de este estado, Uriarte nos comparte ciertas características como:
alucinaciones intermitentes de predominio visual, pero pueden ser auditivas o
cenestésicas. Tanto las ideas delirantes como las alucinaciones son
experimentadas con mucha intensidad, por ello el sujeto tiene como conducta
defenderse de las amenazas. Las alucinaciones a menudo son terroríficas,
visiones espantosas, zoopsias, parajes destruidos y desolados, en cuyo caso el
individuo puede echar a correr, huyendo sin la menor precaución, atropellando a
quien esté a su paso, agrediéndose a sí mismo o a los demás. (Bonilla, 2013)
5.2 Delirium o estado delirante
Es
un estado agudo de obnubilación en el que se mezclan y confunden percepciones
reales e imágenes alucinatorias y de fantasía. La causa más frecuente es una
afectación grave del funcionamiento cerebral que se llama también delirium.
Suele ser reversible con tratamiento, pero tiene un elevado riesgo de
mortalidad si no se trata pronto y bien.
El delirium es más frecuente en los extremos de la vida (niñez y
ancianidad); las causas principales son cambios directos o indirectos que
alteran el funcionamiento global del cerebro, como infecciones.
El
paciente tiene grave dificultad para mantener fija la atención en los estímulos
externos, el pensamiento está desorganizado y el lenguaje es incongruente;
existe desorientación parcial o total en tiempo, lugar y situación. El sujeto
pide ayuda, maldice y se queja según las percepciones que tenga en ese momento.
5.3 Psicosis confuso onírica
Es una psicosis
que se manifiesta en un síndrome de confusión, es causado por factores
fisiopatológicos como indigestiones o cansancio tanto a nivel mental o físico.
La afección también puede darse por alucinógenos, estupefacientes, alcohol,
ansiolíticos, antidepresivos, infecciones por envenenamiento, cuadros
epilépticos y por desórdenes circulatorios.
Esta alteración
se produce por la ingestión crónica y elevada de alcohol. Existe también una
hipovitaminosis del complejo B, principalmente tiamina, presentándose poli
neuropatía periférica que se manifiesta por ataxia cerebelosa, parálisis
ocular, nistagmo, algias, paresias, parestesias y miopatía. (Bonilla, 2013)
(Sarráis, Psicopatologia, 2016), menciona que se
pueden incluir: pensamientos desorganizados e incoherentes, agitación
motora, trastorno sueño/vigilia, hiperactividad vegetativa
5.4 Estado crepuscular
Es
relevante mencionar este estado para Sarráis, él nos dice que aquí la persona
presta cierta atención a algunos aspectos de la realidad, pero no a otros. Para
que se dé esto, argumenta que debe haber un estrechamiento del campo de la
conciencia producido al enfocar con gran intensidad la atención en objetos
aislados, o en un pequeño grupo de objetos, que producen una intensa reacción
emocional (ira, pánico, pasión). Su comportamiento mientras dura el estado
crepuscular es parecido al de un autómata o un sonámbulo. Se da también en
ciertos trastornos disociativos, en especial en la fuga psicógena; y en las
crisis epilépticas psicomotoras. Este trastorno ocurre en los arrebatos
emocionales o pasionales de individuos con escaso control emocional. (Sarráis, Psicopatología, 2016).
6. Alteraciones de la conciencia
6.1 Alteraciones de yo corporal
El
ser humano llega a conocer partes de su cuerpo y tener una imagen de sí mismo
gracias a la conciencia corporal. Para Jaspers el cuerpo es un objeto y él es
ese cuerpo mismo, se percibe de dos maneras, pero ambas están unidas. Las
sensaciones del cuerpo construyen un objeto consiente, y las sensaciones de los
sentimientos el estado corporal. (1997)
Según
Sarráis (2016) la conciencia
del propio cuerpo se desarrolla poco a poco desde el inicio de la vida,
mediante un largo proceso. El sujeto es capaz de reconocer que parte de su
cuerpo siente estímulos negativos o positivos y poder así actuar para evitar o
promover esas sensaciones. El autor menciona que nivel de la conciencia
corporal varia con las situaciones fisiológicas del cuerpo y también cuando nota
sensaciones placenteras, que si se repiten con frecuencia son duraderas y
negativas puede producir disminución en la intensidad de la conciencia y
sensibilización de la misma.
Del
mismo modo Uriarte (2013) considera que todos
los procesos mentales, y en particular las emociones, afectan a casi todas las
funciones de nuestro organismo; por ello existe una permanente interacción
entre el cuerpo y la mente.
6.1.2 Somatoagnosia o perdida de la conciencia corporal
Se
refiere a la falta de conciencia de los déficits en funciones sensoriales,
motoras y cambios cognitivos que se producen como una consecuencia directa de
un daño cerebral adquirido.
Como
lo menciona Sarrais (2016) este trastorno suele
estar causado por lesiones del cerebro, tanto focales como difusas. Las
lesiones focales se deben a las afecciones de las neuronas de un área pequeña
del cerebro. Las lesiones difusas obedecen a una afección global del cerebro.
Tumores y trastornos vasculares son las enfermedades que más frecuentemente
producen lesiones focales y las demencias se acompañan de una pérdida del
reconociendo o conciencia del propio cuerpo estas son las enfermedades en las
que se da una lesión difusa.
Jaspers
habla de algo parecido en sus perturbaciones biológicas considerando que las
perturbaciones neurobiológicas trastornan la capacidad de orientación en el
propio cuerpo, eliminando así la capacidad de reconocer el lugar de una excitación
en la superficie del mismo, o la situación de un miembro. Los enfermos nos
pueden encontrar la nariz, la boca, o los ojos con la mano. O bien es
perturbada la orientación para la distinción de izquierda y derecha en el
propio cuerpo. (1997)
6.1.3 Miembro fantasma
Se
trata de un trastorno bastante común en las personas que sufren amputaciones y
se debe a que todos nuestros órganos pues percibe sensaciones que proceden de
él, tienen una proyección en la corteza cerebral pero esta se demora en
reestructurar el nuevo esquema del cuerpo. Cuando la modificación corporal es
grande y brusca se da un desfase temporal entre la realidad objetiva y la
modificación de una imagen mental. Es una sensación persistente de que el
miembro amputado aún existe. Como menciona Uriarte (2013), no se necesita un
cuerpo para sentirlo, debido a que el cerebro genera la experiencia de nuestro
cuerpo y de su integridad, no solo las sensaciones externas.
6.1.4 Vivencias anormales de la posición del cuerpo
El
sujeto tiene conciencia de cambios corporales irreales. Se debe a un trastorno
de la percepción del propio yo, que está causado por un trastorno grave de la
afectividad o del pensamiento capaz de producir vivencias delirantes en las que
el sujeto tiene la convicción de que algo es real cuando es definitivamente
falso. El individuo percibe que su organismo crece, que se vuelve más fuerte
torpe o pesado.
Relacionado con esto Jasper (1997) menciona en las
alucinaciones de sentidos personales que se diferencian percepciones engañosas térmicas , hígricas y
hepáticas, los enfermos se creen ligeros como plumas y creen hacer movimientos,
cuando en realidad están inmóviles.
6.1.5 Vivencia de trasformación del cuerpo
La
persona experimenta un sentimiento de extrañeza, irrealidad y experiencias
displacenteras. No obstante, de cierta forma se preserva la capacidad de
reconocer que algo extraño está ocurriendo. Esta es una vivencia de
trasformación física con uno mismo se denomina despersonalización o perdida de
la propia identidad, existen dos formas: una por la alteración de la conciencia
de la propia corporalidad y la otra por la alteración de la conciencia de
propia manera de ser psíquica, con el tiempo puede derivar hacia la adopción de
una nueva personalidad. Es una conducta típica de los pacientes con
esquizofrenia, que tenían conciencia de cambios corporales irreales. Estas
vivencias desaparecen al terminar la fase aguda psicótica.
6.1.6 Vivencias corporales impuestas
El
sujeto sufre una alteración de conciencia por la que no se percibe como
protagonistas del movimiento del propio cuerpo, sino que alguien o algo lo
obliga a realizar ciertos movimientos. Se da casi exclusivamente durante la
fase aguda de una psicosis con delirios de influencia y paranoide, en especial
en la esquizofrenia.
6.1.7 Autoscopia
Para
Sararís esto es un fenómeno “raro e inexplicado”. (2016) que radica en la
observación visual de sí mismo desde fuera, el cerebro sufre una disfunción. Se
desconoce el mecanismo neurofisiológico que provoca este fenómeno perceptivo. Desde
la perspectiva de Jaspers en su teoría esta alteración la denomina como
vivencias corporales hechas, donde el individuo experimenta sensaciones en el
organismo y sienten sus sensaciones particulares como dadas desde fuera, algo
ajeno a su cuerpo. (1997)
6.1.8 Dismorfofobia
(Sarráis, Psicopatologia, 2016) nos dice que la
dismorfofobia es la distorsión de la conciencia corporal que produce vergüenza
y malestar con pares de su cuerpo que son objetivamente normales. Acarrea gran
sufrimiento psíquico y retraimiento social.
Suele ser temporal y se relaciona con una situación afectiva negativa
del sujeto, es frecuente en la adolescencia por lo general en esta etapa de la
vida hay inseguridad e inferioridad. También puede ocurrir en una segunda fase
aguda con la psicosis con delirio somático.
6.1.9 Síndrome de Cotard
Para
(Sarráis, Psicopatologia, 2016) este trastorno
consiste en la conciencia de que el cuerpo ha perdido la condición normal y
está vacío, o que los órganos se deshacen, se da en depresiones graves en las
que el paciente tiene una visión negativa de sí mismo que lleva a un delirio de
culpa y por ello a pensar que la descomposición de su propio cuerpo, su muerte
es un castigo merecido.
Pero
(Jaspers, 1997) consiste en un evento clínico inusual,
en el cual la principal característica es la presencia de un delirio nihilico.
Cuando se configura totalmente el cuadro, conduce al paciente a la negación de
su propia existencia y del mundo exterior.
6.2 Alteraciones del yo psíquico
6.2.1Alteraciones de la consciencia de la existencia
Se trata de la
interpretación delirante del intenso cambio interior que percibe dentro de sí
el sujeto, y de sentirse tan distinto, que piensa que su ser interior ha
desaparecido, y que es un ánima que vaga por el mundo. La explicación que este
da a su existencia también es delirante, la atribuye a un castigo por ser
culpable de sus malas acciones y que se trata de un castigo, causado
generalmente en una persona que padece una depresión muy grave.
6.2.2 Alteraciones de la consciencia del yo como diferente de los otros y del mundo exterior
Los individuos con este
trastorno pierden o presentan dudas sobre la diferencia entre su propio yo y el
de los demás, hay 3 formas de trastornos de este tipo:
A) éxtasis: es un fenómeno
en el que el sujeto tiene una intensísima conciencia de “algo” que le lleva a dejar de ser consciente
de sí mismo. El motivo es la intensa emoción positiva que produce ese ‘’algo’’
extasiante y que reclama toda la atención del sujeto extasiado. Se da con más
frecuencia en sujetos con una gran sensibilidad estética o espiritual, que los
lleva a extasiarse ante la belleza sublime de una obra de arte, de una
composición musical, por ejemplo, o con la suprema bondad de dios.
B) transitivismo: es un
fenómeno raro en el que el sujeto que lo padece atribuye a otras personas los
síntomas de su propia enfermedad o sus estados de ánimo. Por esta razón, cuando
está llorando puede decir a otra persona que tienen delante: «no llores». Es un
fenómeno casi exclusivo de la fase aguda de una psicosis.
C) participación en la
intimidad de los demás o de las cosas: es un fenómeno por el que el sujeto
siente lo que sienten los demás seres, tanto animados como inanimados. Estos
sujetos pueden sentirse piedra, pueden rugir como un león porque se sienten
león, o pueden actuar como un policía porque se sienten policía. Es un fenómeno
exclusivo de la fase aguda de una psicosis. Miguel de cervantes describe un
caso similar en su novela titulada «el licenciado vidriera», en la que el
personaje principal se siente de vidrio y tiene miedo a romperse.
6.2.3 Alteraciones de la consciencia de la identidad del yo
Se trata de una crisis de
identidad personal que ocurre cuando la conciencia del yo actual es muy
distinta a la conciencia del yo del pasado, de una alteración de una
continuidad temporal de la consciencia del yo, suele ocurrir ante cambios
importantes y bruscos del aspecto corporal o del mundo psíquico, por intensas
experiencias transformadoras. Puede ser tenido por normal cuando es leve,
pasajero y adaptativo a esos cambios personales.
Es una manera patológica de
huir de una realidad personal generadora de angustia intensa, para vivir como
otra persona en una realidad libre de angustia.
6.2.4 Alteraciones de la conciencia de la unidad del yo
En este trastorno el sujeto
piensa que su yo está formado por varias personas o identidades. La explicación
que da sobre su causa varía de unos sujetos a otros, pero siempre se debe a una
enfermedad mental. La conciencia de
unidad del yo se mantiene en los sujetos sanos a pesar de los cambios
corporales, mentales y de comportamiento que ocurren con el curso del tiempo y
el cambio de lugar. No ocurre así en algunos sujetos que padecen una enfermedad
mental, especialmente en los que padecen una psicosis, que pueden tener la
experiencia de una escisión o desdoblamiento de la personalidad, o de estar
poseídos por otra persona que coexiste con su yo. A diferencia de la doble
personalidad del trastorno disociativo, estos enfermos tienen conciencia de ser
uno y varios a la vez.
Algunos autores en este
trastorno los casos de doble personalidad o personalidad alternante también se
tratan de alteraciones en la identidad del yo en las que se cambia la
personalidad y han de incluirse entre los muy variados y raros fenómenos que
pueden presentar los sujetos con trastornos disociativos (antigua histeria de
disociación) (Belloch, 2009). Es causado por situaciones que
provocan angustia y para evitarla tienen esta sensación de desdoblamiento, con
el paso del tiempo el sujeto calma la angustia y vuelve a su primera identidad.
Pero si durante su segunda identidad el sujeto presenta una nueva angustia
puede dar paso a una tercera identidad y esto al trastorno de identidad múltiple.
6.2.5 Alteraciones de la consciencia de la actividad propia del yo
En este trastorno el sujeto
no se siente protagonista de su propia actividad, interna y externa, sino que
la atribuye a otras personas o entidades capaces de obligarle a actuar en
contra de su voluntad. Se debe a ausencia de libertad interna por miedo causado
por eventos traumáticos en la etapa de la infancia, que es donde se desarrolla
la autonomía. Es frecuente que una persona diga: «Yo no estoy contento conmigo
mismo», queriendo decir que no se ha comportado como hubiese idealmente
deseado, sino movido por un impulso del momento. Hay personas que durante la
infancia han crecido con un intenso y continuo miedo a sufrir consecuencias
negativas de su actuación; eso los lleva a actuar habitualmente por miedo, lo
que redunda, a la larga, en sentimientos de falta de libertad interior o de
tener escasa libertad. El miedo es el principal enemigo de la libertad. Esa es
una de las consecuencias del abuso infantil. (Sarráis, Psicopatologia, 2016) En estos casos se da un profundo
distanciamiento, característico de este trastorno, entre el yo y el sí mismo.
6.2.6 Despersonalización
Estado
psíquico experimentado por algunos enfermos mentales, por el cual se sienten
extraños a sí mismos, a su cuerpo y al ambiente que los rodea. De acuerdo al
Autor Fernando Sarrais, el sujeto piensa que su personalidad ha sufrido un
cambio radical y se siente extraño consigo mismo, como si su vida no fuera
originada en él. Siente que su funcionamiento es automático, sin voluntariedad
es propia y sin consciencia de tener autonomía personal, además establece
criterios de síntomas (Sarráis, Psicopatologia, 2016):
• Sentimiento de extrañeza de sí mismo.
• Impresión de estar alejado de sí
mismo.
• Sensación de pensar o percibir como si
fuera otra persona.
• Impresión de alejamiento entre el que
actúa, habla y piensa.
• Sensación de que se puede salir del
cuerpo y verse a sí mismo.
• Impresión de que las palabras y
pensamientos vienen de fuera.
En
el Manual de Psicopatología encontramos un cambio particular en la consciencia
del sí mismo, en el cual el individuo siente como si fuera irreal (Belloch,
2009).
Los casos o episodios de brusca y radical despersonalización tienen su origen
en experiencias emocionales muy intensas. Los sujetos suelen afirmar entonces:
«Yo ya no soy el de antes», puede darse de modo leve y pasajero en sujetos
sanos. Los casos más graves de despersonalización se dan en las psicosis; por
eso, en el lenguaje común, se ha definido la esquizofrenia, enfermedad
psicótica por excelencia, como un trastorno de doble personalidad o de ruptura
de la personalidad.
El
autor Adolfo Jarne, añade que la realidad es percibida con un significado
diferente al que tenían anteriormente y que puede aparecer en condiciones no
patológicas, como en el momento de la vigilia y el sueño, cuando se ha hecho un
esfuerzo importante o la persona está en un estado de fatiga, en caso de
aislamiento sensorial, después de un periodo de insomnio, de acontecimientos
estresantes, etc.
6.2.7 Desrealización
Según (Sarráis, Psicopatologia, 2016) consiste en la
conciencia de que la realidad presente ha dejado de ser real en parte o
totalmente. Los sujetos describen su vivencia como si las cosas fuesen
extrañas, distantes, lejanas, crisis, desdibujadas, sin vida. Consideran la
realidad una película o como algo falso.
Una causa de esta alteración es la
ausencia de resonancia afectiva de los estímulos ambientales, la realidad se
hace más real cuanto más nos afecta; sino nos afecta, es menos real para
nosotros, en esos casos suele decirse que el sujeto sufre una situación de
shock emocional.
La desrealización suele darse en
enfermedades como la esquizofrenia, trastornos obsesivo-compulsivos, depresión
profunda y crisis de pánico, la angustia que produce cada una de estas
enfermedades dificulta el funcionamiento normal de la afectividad e incapacita
para sentir la realidad externa con normalidad. Se establece una relación entre
la intensidad de la angustia y la desrealización.
La desrealización y la
despersonalización pueden coexistir, pues cuando el sujeto sufre una alteración
de su conciencia resulta afectada la capacidad normal de percibir toda la
realidad tanto extrema como interna. La primera suele ser más frecuente y menos
grave que la segunda.
6.3 Alteración del yo personal orientación
La conciencia del mundo real está
enmarcada en el contexto del tiempo y espacio. El ser humano conoce las cosas
situadas en un lugar y en un tiempo. Cuando una persona sufre una alteración de
la conciencia de la realidad del mundo, del tiempo y espacio se dice que está
desorientada, está es una alteración distinta a la de desrealización y despersonalización,
pero se relaciona con estas y coexiste con ellas en varias enfermedades
mentales.
Las alteraciones más graves son
propias de la psicosis.
6.3.1 Alteración de la conciencia del mundo: desrealización
Consiste en la conciencia de que la
realidad presente ha dejado de ser real en parte o totalmente. Los sujetos
describen su vivencia como si las cosas fuesen extrañas, distantes, lejanas, crisis,
desdibujadas, sin vida. Consideran la realidad una película o como algo falso.
Una causa de esta alteración es la
ausencia de resonancia afectiva de los estímulos ambientales, la realidad se
hace más real cuanto más nos afecta; sino nos afecta, es menos real para
nosotros, en esos casos suele decirse que el sujeto sufre una situación de
shock emocional.
La desrealización suele darse en
enfermedades como la esquizofrenia, trastornos obsesivo-compulsivos, depresión
profunda y crisis de pánico, la angustia que produce cada una de estas
enfermedades dificulta el funcionamiento normal de la afectividad e incapacita
para sentir la realidad externa con normalidad. Se establece una relación entre
la intensidad de la angustia y la desrealización.
La desrealización y la despersonalización
pueden coexistir, pues cuando el sujeto sufre una alteración de su conciencia
resulta afectada la capacidad normal de percibir toda la realidad tanto extrema
como interna. La primera suele ser más frecuente y menos grave que la segunda.
6.3.2 Alteraciones relativas a la experiencia del espacio
La conciencia del espacio permite
tener conocimiento de la realidad material, lugares seguros y de los
peligrosos, y de qué dirección seguir para ponerse a salvo y de los lugares
queridos.
La conciencia de cada individuo está
arraigada a una geografía concreta que se inicia en la infancia.
Está conciencia tiene relación con el
modo de moverse en el espacio y con el llamado espacio personal e
interpersonal. La seguridad e inseguridad personal determina como es la
relación con el espacio. Por eso suele hablarse de personas cercanas y
distantes en la relación interpersonal. Cuando una persona sufre de modo
constante desorientación espacial, suele deberse a una enfermedad grave del
cerebro: una demencia, por ejemplo.
La causa más frecuente de distorsión
de la conciencia del espacio tiene que ver con alteraciones de la afectividad.
6.3.3 Alteraciones relativas de la experiencia del tiempo
La
conciencia del tiempo tiene dos vertientes: una objetiva, tiene que ver con la
hora que marcan los relojes; y otra subjetiva, que tiene que ver con la
conciencia personal el paso del tiempo.
La
conciencia del tiempo puede alterarse cuando se está prestando atención intensa
a algo que se percibe o se sueña, lo que produce una distracción prologada del
devenir del tiempo. Cuando un sujeto siente afectos positivos suspende de
cierto modo la manera el trascurrir del tiempo, porque se centra en afectos y actividad,
ocurre todo lo contrario cuando el sujeto siente efectos negativos tiene
conciencia de que el tiempo avanza lentamente.
El registro subjetivo del tiempo varía
en alguna de las características del sujeto como edad personalidad y estado
mental. En algunos individuos, la conciencia del tiempo presente es muy intensa
y en cambio con difusos en el pasado y futuro.
El trastorno de estrés post traumático
es una enfermedad mental que produce una alteración espacial de la conciencia
del tiempo producido por un suceso que provocó un impacto negativo intenso,
sujeto vulnerable al estrés. Otra alteración de esta conciencia es la ecnmesia
se trata de regresión a la infancia, el sujeto vuelve a vivir como si fuera
niño.
En general, los trastornos más raros y
graves de la conciencia del tiempo se producen en la psicosis, tales como
vivencias de suspensión, ensablamiento y derrumbamiento del tiempo, como si el
tiempo fuese una cosa. (Sarráis, Psicopatologia, 2016)
Caso película
“Fragmentado”
Personaje principal: Kevin sufre de Trastorno de
Identidad Disociativo (TID), más conocido como trastorno de personalidad
múltiple. Debido a los maltratos que sufrió de pequeño por parte de su
cuidadora., el joven convive con 23 personalidades diferentes y algunas no
saben muchas veces lo que las otras hacen. Entre ellas están Hedwig, un
travieso niño de 9 años; Barry, un aspirante a diseñador de modas; Dennis, un
obsesivo-compulsivo; y Patricia, una mujer muy amable, pero con gran autoridad.
Personaje secundario: Casey es un adolescente que desde niña sufrió
abusos aterradores por parte de su tío. Primero sexual y luego físico, tras la
muerte de su padre, muerte en la que probablemente su tío también tuvo haber
provocado.
Link de la película: http://pelisplus.co/pelicula/fragmentado/
Resolución del caso #2
Nombre
del documento: Sección 5 Casos Clínicos
Ubicación:
Biografía complementaria Office 365
Páginas:
138-139
Otro Delirium
La paciente es una mujer de 75 años. Es viuda y
vive sola. Ingresó a un servicio de traumatología después de quebrarse una
pierna.
Motivo de
Consulta:
La paciente estaba tan confusa e inquieta que
merodeaba por la sala de traumatología durante la noche, molestando a los otros
pacientes. Se la derivó para una evaluación psiquiátrica debido a que
presentaba obnubilación de conciencia y comportamiento hiperactivo. Dos días
antes se había caído en el baño y fracturado el fémur. Se la internó y se le
practicó una operación de osteosíntesis. Después de la operación comenzó su
confusión. Su conciencia se obnubiló y redujo su capacidad de atención y
notación. No recordaba qué le había sucedido o porqué estaba internada. Durante
el día mostraba una leve agitación sin objetivo. No podía leer ni mirar
televisión y no siempre reconocía a los parientes que la visitaban. Sacaba al
personal del hospital a empujones cuando querían lavarla o cuidarla. Se la vio
conversando con personas imaginarias y mirar fijamente a un punto en el techo.
Se mostraba irritable y solía tener explosiones de enojo. Entre estas crisis,
la paciente se calmaba y podía dormir durante media hora, pero de noche parecía
no poder hacerlo y su agitación aumentaba. Cuando los otros pacientes se
dormían, vagaba por la sala y los despertaba. Iba a las habitaciones de otros
pacientes y trataba de meterse en sus camas. Varias veces intentó salir del
hospital en camisón, pero fue detenida y traída nuevamente a su habitación.
Antes de la operación, la paciente se había comportado normalmente y sus hijos
no habían notado deterioro en su memoria o en su concentración.
Antecedentes:
La paciente había vivido sola durante 20 años
después de la muerte de su esposo, quien había sido contador en una compañía de
publicidad. Tenía dos hijas mayores de edad que vivían en el mismo distrito.
Habitaba un departamento alquilado y había podido vivir sola sin ayuda hasta
este episodio. Siempre había sido una mujer callada e introvertida, pero aparte
de eso, no había habido nunca nada inusual con respecto a su persona. Aparte de
una diabetes no insulino dependiente durante los últimos cinco años, había
estado bien desde el punto de vista somático. Nunca había estado internada
antes de este incidente. No había recibido ninguna medicación regularmente y no
tomaba alcohol.
Datos
actuales:
Durante el examen, la paciente se mostraba perpleja
y no prestaba atención. Estaba totalmente desorientada y no cooperaba. Se
encontraba sentada, musitando, y casi no percibía la presencia del examinador.
No se la notaba deprimida ni ansiosa. Tampoco podía cooperar en ninguna prueba
mental. El examen físico, que incluyó la evaluación neurológica, no detectó
anormalidades, aunque fue incompleto por la falta de cooperación de la
paciente. Las pruebas de laboratorio dieron una moderada desviación en los
electrolitos del suero el primer día después de la operación, pero al momento
de realizarle la evaluación psiquiátrica se habían normalizado. El hemograma y
los parámetros hepáticos eran normales. El electrocardiograma mostró un infarto
menor antiguo y su presión arterial era normal en límites inferiores.
Discusión:
La paciente presenta un caso típico de delirium
(F05). Debido al estado confesional constante, no fue posible determinar si
mostraba signos aparentes de demencia incipiente, pero de acuerdo a los
informes de sus parientes, no era factible sospechar eso. El estado confusional
comenzó luego de una operación con anestesia de la cual se despertó en un medio
extraño. Puede haber sucedido que hayan contribuido a su estado, la alteración
de los electrolitos del suero. No hay evidencia de otra etiología orgánica o de
uso de drogas o alcohol. No es raro observar confusión mental en gente de edad,
luego de una operación mayor con anestesia. La causa del delirium puede ser una
combinación de reacciones hormonales a la cirugía con anestesia general, a la
eliminación de los anestésicos y a una alteración en el medio interno. Por
consiguiente, el delirium de la paciente muy probablemente sea un caso de F05.8
otro delirium, que incluye los casos de origen mixto.
CONCLUSIONES
En conclusión, es importante la
conciencia para la adecuada interacción del ser humano al largo de su vida, ya
que esta nos permite percibir la realidad que nos moldea como seres humanos,
esto también dependerá de la percepción subjetiva de cada individuo, la parte
afectiva, las situaciones traumáticas. Pero no solo la percepción y
subjetividad individual será importante al momento de observar la anormalidad
de la conducta cociente, sino que además existen alteraciones que se presentan
en la conciencia por diversos motivos biológico. Los cuales pueden ser
desencadenados por varios factores heredados o mal funcionamiento cerebral.
Por medio de este trabajo se ha podido
definir lo que es la conciencia desde diferentes enfoques, hemos coincidido en
que el estudio de la conciencia integra lo psicológico y biológico. Se pudo
identificar los diferentes tipos de conciencia que existen y como las
alteraciones de cada una de ellas puedes tener repercusiones en nuestro cuerpo,
mente y desarrollo. De la misma manera esta conciencia influye del modo en que
nos percibimos, física y mentalmente constituyendo así nuestra personalidad.
RECOMENDACIONES
Es importante que el estudio de la
conciencia se realice desde diversos campos debido a que una alteración no solo
se presenta en tan solo área como la psiquiatría sino también desde lo
psicológico, y nosotros como profesionales debemos estar preparados para
atender estas demandas. Por lo antes expuesto la conciencia como tal debe ser estudiada integrando las diferentes
ciencias y modelos psicopatológicos, para poder ubicar cual será la mejor
ciencia o el mejor modelo para abordarlo.
BIBLIOGRAFÍA
Álvarez Munárriz, L. (2014). El modelo neurobiológico de
la conciencia. Revista de Antropología Iberoamericana, 18-19.
Belloch, A. (2009). Manual
de psicopatología. Volumen II. España.
Bonilla, V. U. (2013). Funciones
cerebrales y psicopatología. México: Alfil.
Braunstein, N. (1975). Psicología,
Ideología y Ciencia . México.
Churchland. (1894).
Matter and consciousness: A contemporary introduction to the philosophy of
mind. Cambridge.
Fodor, J. (1981). the
mind body problem.
Garnelo, R. (2004). Psiquiatría
y cientificismo. Para una critica filosófica. .
Iglesias. (2006).
Consideraciones teóricas acerca del estudio de la conciencia del hombre, Red
Psicología desde el Caribe.
Jaspers, K. (1997). Psicopatologia
General. Buenos Aires: Belta.
Lopez, C. (2005). El
cerebro como pseudoexplicación (Las teorías neurobiológicas de la
conciencia). Revista crítica del presente.
mayor, L. (2001). Introducción
a la historia de la psicología moderna. . Valencia.
Mora, J. (2000).
Algunos referentes histórico-conceptuales del estudio de la conciencia. . Revista
de Historia de la Psicología.
Novella, E. (2002).
Psiquiatría y Filosofía: un panorama histórico y conceptual. Revista de
Historia de la Psiquiatría. .
Peterle, A. (s.f.). Quora.
Obtenido de ¿Cuál es la base biológica de la conciencia?:
https://es.quora.com/Cu%C3%A1l-es-la-base-biol%C3%B3gica-de-la-conciencia
Salgado García, E.
(2003). Aproximación epistemológica de la conciencia en psicología: una
perspectiva comportamental. En E. Salgado García. Jan sosé, Costa Rica:
Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología .
Sarráis, F. (2016). Psicopatologia.
España: Ediciones Universidad de Navarra, S. A.
Sarráis, F. (2016). Psicopatologia.
España: Ediciones Universidad de Navarra, S. A.
Sarráis, F. (2016). Psicopatología.
Pamplona, España: UNIVERSIDAD DE N AV ARRA, S.A.
Uriarte, V. R. (2013). Funciones
Cerebrales y Psicopatologia . Mexico: Alfil.
Villanueva, E. (1993).
En CIENCIA COGNITIVA Y CONCIENCIA (págs. 16-18). México. Obtenido de
file:///C:/Users/estudiante/Downloads/Dialnet-CienciaCognitivaYConciencia-98000.pdf
wilber, K. (2007). Espiritualidad
integral. Barcelona: Kairós.
No hay comentarios:
Publicar un comentario