miércoles, 13 de febrero de 2019

UNIDAD 3: Introducción a las Patología de Necesidades Biológicas


Todos los seres humanos tenemos ciertas necesidades biológicas básicas como son la necesidad de sobrevivir, de protección, movimiento y valorización, relación con el medio y los demás. El inconsciente biológico se encarga de mantener nuestras necesidades vitales cubiertas. Lo hace regulando el funcionamiento de nuestras funciones vitales, de todos los órganos del cuerpo y de nuestro comportamiento instintivo. En el presente blog estudiaremos de forma ordenada y breve las variadas maneras de la afección o daño en el plano de las llamada necesidades biológicas y su incidencia notable en la respuesta humana del comportamiento en algunas funciones de importancia como lo es, el ciclo vigilia - sueño, la alimentación, la sexualidad, impulsividad y psicomotricidad la cual abarcaremos con una breve explicación a continuación

Trastorno del sueño:     
El sueño es una necesidad biológica que permite restablecer las funciones físicas y psicológicas esenciales para un pleno rendimiento. El sueño y la vigilia son funciones cerebrales y por lo tanto, están sujetas a alteraciones del sistema nervioso. El sueño no es ni una situación pasiva ni una falta de vigilia, sino un estado activo en el que ocurren cambios en las funciones corporales, además de actividades mentales de gran trascendencia para el equilibrio físico y psicológico de los individuos. Durante el sueño se producen cambios hormonales, bioquímicos, metabólicos y de temperatura, necesarios para el buen funcionamiento del ser humano durante el día.      

Trastornos de la sexualidad:
Es bien sabido que los trastornos sexuales afectan a un gran número de personas de ambos sexos y que hasta muy poco tiempo no se tenían en cuenta estas alteraciones especialmente si las afectadas eran del sexo femenino, siendo los trastornos más frecuentes el deseo sexual hipoactivo, seguido de la anorgasmia y el vaginismo.
Los hombres son los que se ven mayormente afectados por los trastornos de la sexualidad sobre todo por las dificultades en la erección y la eyaculación precoz, estos malestares pueden afectar a la respuesta física, al equilibrio psicológico, e incluso a las relaciones sociales.
El trastorno sexual es un estado funcional o comportamental que interfiere el ejercicio considerado normal de la función sexual. El DSM-IV los clasifica en 3 grupos: a) Trastornos de la identidad sexual, b) Parafilias y c) Disfunciones sexuales.
No en todas las personas las repercusiones son las mismas y no todos los problemas sexuales tienen las mismas causas. Los hay que afectan de manera clara a la función orgánica, derivados de enfermedades o consumo de fármacos u otras sustancias, y otros de contenido más psicológico, producto de una escasa y muchas veces inadecuada educación sexual.

Trastorno alimentarios
Son aquellos trastornos mentales que se manifiestan por la pérdida de peso y la ingesta de comida extrema, lo cual es un comportamiento patológico, teniendo múltiples, dentro de las cuales podemos identificar los factores ambientales o sociales, psicológicos y los biológicos.
Estos trastornos pueden aparecer en cualquiera de las etapas del desarrollo y es más frecuente en personas de clase media-baja, en raza blanca e incluso hasta en profesionales. Mayormente afecta a las mujeres entre 10 y 30 años por los valores socioculturales que han elevado a la delgadez al status de valor ético, condenando así a la gordura. 
Los trastornos de restricción/evitación de la alimentación, anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, trastorno por atracones, pica, rumiación, entre otros trastornos alimentarios o de la ingestión de alimentos especificados y no específicos, se encuentran dentro de los trastornos de la conducta alimentaria e ingesta de alimentos según el DSM-V.
A diferencia del CIE 10 que encontramos: anorexia nervosa, anorexia nerviosa atípica, bulimia nerviosa, bulimia nerviosa atípica, hiperfagia en otras alteraciones psicológicas, vómitos en otras alteraciones psicológicas, otros trastornos de la conducta alimentaria y los trastornos de la conducta alimentaria sin especificar.
Podemos evidenciar que cada uno de ellos incluye los dos trastornos específicos que se pueden observar en la adolescencia, los cuales traen consigo problemas emocionales serios que pueden llegar a tener consecuencias mortales.

Trastorno impulsividad
La impulsividad se convierte en patológica cuando, frente a una determinada situación, el individuo no puede demorar el momento de satisfacer una necesidad, es decir, cuando una persona no puede controlar la necesidad, por ejemplo, de beber o de comer, pueden aparecer conductas alcohólicas o bulímicas.
La impulsividad patológica es cuando la persona es incapaz de inhibir una respuesta que en condiciones normales debe poder controlar, a menudo, los trastornos disruptivos se presentan de forma impulsivas-hiperactivas.
Cuando existen factores desencadenantes biológicos y/o ambientales (entorno) como consumo de sustancias, entornos desestructurados, experiencias de bulliyng, problemas socio-afectivos o antecedentes familiares. Estas situaciones pueden actuar de catalizadores para la presencia de este tipo de patologías, especialmente en la etapa de la adolescencia.
El trastorno explosivo intermitente, cleptomanía, piromanía, juego patológico, tricotilomania, encontramos en el trastorno de control de impulsos, según el DSM-IV.

Trastorno psicomotricidad
Los trastornos en el desarrollo alteran el funcionamiento psicomotriz, limitando su aprendizaje, su desempeño y las relaciones sociales. Estos trastornos dejan secuelas que afectan la estructura física del cuerpo, por lo que no se pueden llevar a cabo las actividades diarias de manera normal. Dichas dificultades pueden aumentar al ingresar a nivel inicial y a grados posteriores.
Es fundamental, actuar lo más pronto posible para evitar que este trastorno afecte otras áreas del niño, comprometiendo su desarrollo evolutivo. Estos trastornos con frecuencia, se relacionan con el aspecto afectivo del niño. 
El trastorno psicomotriz tiene diferentes manifestaciones: Hiperkinesia, dispraxia, paratonía y sincinesias, inhibición motriz, asomatognosia y Trastornos de la lateralidad.
En el DSM-IV, se describe el trastorno del desarrollo en la coordinación motora. En sus criterios no incluye la nota baja en pruebas estandarizadas de coordinación, a pesar de que tales pruebas existen.En cambio se habla de una coordinacion motora ''por debajo de un nivel esperado'', que se manifiesta por un retraso en actividades básicas tales como pasear, sentarse, arrastrarse, etc.


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